jueves, 30 de mayo de 2013

Vueltas y mas vueltas

Reconozco que soy una persona muy de dar vueltas a todo, incluso a hechos pasados, presentes y futuros. Me gusta analizar con detalle lo que se hace y dice, en ocasiones creo que demasiado. No me conformo con  que unas simples palabras signifiquen lo que son, sino que leo, releo y subrayo por encima de mis posibilidades para intentar encontrarle los tres pies al gato.

Llevo unos días un tanto extraña, desde las ferias me han sucedido diversos acontecimientos que derivan en uno solo y que se podría resumir en un aturdimiento generalizado de los sentidos.

Todo empezó cuando estaba preparando las cosas para los próximos bodorrios que tengo, vestido y demás complementos. Saqué de mi armario un precioso vestido el cual sólo había usado en una ocasión, y de repente me encuentro una mancha. No sabía muy bien cómo había sucedido pero ahí estaba. Me dio una rabia enorme y rápidamente lo llevé al tinte. Me dijeron que quedaría bien y marché conforme.
Unos días después fui a recogerlo y la mancha seguía ahí, algo mas disimulada pero al fin y al cabo la misma mancha. Quizás parezca una tontería pero me desanimé muchísimo. Ese vestido había sido usado en una boda, la última boda que pasé con él. Ahora él ya no estaba, pero la mancha seguía ahí, imborrable con el paso del tiempo. Y me recordaba a mi corazón...
Tras unos días apesadumbrada en los que apenas me apetecía escribir, decidí que lo mejor era comprarse un vestido nuevo, con todo lo que eso conllevaba, desembolso de dinero aparte.
Aun sigo buscando algo que me guste, siempre he sido muy tiquismiquis con la ropa, pero estoy segura que lo encontraré y os lo mostraré por aquí.
Unos días después recibí un mensaje que me impactó mucho, se trataba de una antigua compañera de trabajo que me anunciaba el próximo enlace de tres de mis compañeros de oficina.
El año de las bodas pensé... qué injusto ver cómo el que podría haber sido tu año lo has de ver desde fuera y vivirlo de otro modo.
A mi antes me gustaba mucho el número 13, tenía un significado especial, ahora casi todos los números me dan un poco igual, y no es que tenga una visión pesimista de las cosas, es que es lo que hay, sin más.

Esta misma semana recibí una llamada de Planeta DeAgostini. Para mi sorpresa no me llamaban para comentarme nada sobre la última colección que había hecho sino para hablarme de seguros. Yo asombrada ante tal acontecimiento decidí escuchar a la chica, no porque me interesara pero si por saber algo mas. Y de repente me vi envuelta en un extenso monólogo donde me hablaban que por tan sólo 10€ podría contratar un seguro en el cual mi pareja y yo estaríamos protegidos contra enfermedades, accidentes... salvo muerte que eso ya daba igual. Me empezó a dar datos, todo ello hablándome como si yo tuviera una persona a mi lado, entonces corté a la chica y le dije: "Disculpa, ¿por qué todo el tiempo hablas en plural? Porque que yo sepa yo soy una persona sola." A lo que respondió: "Vaya, perdona, antes me ha pasado lo mismo con otra mujer, me ha dicho que se acababa de divorciar y me he sentido muy mal."
Entonces toda esa conversación que estaba durando unos 15 minutos, tomó otro cariz. Le aseguré que no quería un plural y ella seguía insistiendo en que cuando tuviera pareja y me casara y bla bla bla... entonces me cansé y le dije: mira, no me voy a casar y punto. Y ella muy rápida me dice: Pero si eres muy joven... eso  no lo puedes decir todavía.
Tenía mis datos y los estaba utilizando para... ¿darme consejos? Entonces ya finalicé la llamada diciendo: te he escuchado con atención, pero no estoy interesada en tu producto. Porque entre otras cosas me hace mucha gracia que empiece a dar los detalles de la oferta sin tan siquiera decir ni de quién es, y cuando se lo pregunto me dice que estos seguros son una filial de la marca que lleva el Manchester United en su camiseta. Buena forma de vender, sobre todo porque nos fijamos en la publicidad de la camiseta de un equipo de fútbol extranjero todos los días.

No me gusta demasiado el que me juzguen por mis ideas, en ocasiones negativas, acerca de mis actos o de mi vida en si. Solo que hay ocasiones en que lo que sientes por dentro no se corresponde con tu aspecto exterior y no quieres dar mas explicaciones, es asi y punto.

Y entonces algo llamó mi atención estos últimos días... ese algo que te abre los ojos y despierta curiosidad, que hace que la coraza que te cubre se abra un pelín y el corazón asome.
Sin embargo surge el miedo, que siempre está ahí, y me dijo: Ten cuidado y no te ilusiones, pues aunque parezca perfecto puede que no lo sea.
Y no hice caso, obvié lo que me aconsejaba mi cabeza y me lancé a por ese algo. Sin embargo cuando dos personas con igual carga de sentimientos negativos hacia el sexo contrario se juntan, lo mas lógico es esperar  que nada suceda, porque en ese caso millones de excusas aparecen en la mente de la otra persona para evitar un dolor futuro.

He escuchado varios consejos estos días, de amigas y de gente ajena a mi entorno, personas que me dan consejos como: "el no ya lo tienes, ¿qué puedes perder?" pero no es perder en si, perder se que no se pierde mucho cuando apenas se tiene nada, pero siempre te hace daño interiormente.
Hoy me dieron un último consejo, comenté que la persona en cuestión me parecía igual de inaccesible que lo parezco yo. Y entonces me dijeron: "si sois iguales... ¿quién te dice que no está esperando de ti que insistas? además las cosas no están para perder oportunidades, si crees que es él, deberías decirle algo."

Y me he quedado pensativa hasta bien entrada la noche. Entonces mi cabeza ha comenzado a darle vueltas a todo, a lo que hablé con él cuando le vi por primera vez, lo que nos dijimos en el reencuentro y hasta he tratado de leer entre líneas el mensaje que nos enviamos. He puesto en marcha mi mecanismo de Sherlock Holmes y he activado el protocolo de investigación, he urdido planes en mi mente y he puesto a enfriar mis sentimientos.
Quizás los reencuentros sirvan para algo o quizás no, podemos pensar que alguien es perfecto porque lo dibujamos a nuestro antojo y sin embargo podemos equivocarnos, pero... ¿y qué?

Demasiadas piedras en el camino, demasiados baches que sortear, quizás te ocultes del mundo porque no es tu tiempo, quizás tampoco sea el mío pero ¿por qué no?

No se cómo acabará todo esto, de momento sólo se que si supieras que estoy hablando de ti igual te chirriarían los oídos... pero como no lo sabes quizás solo escuches susurros del viento...


domingo, 19 de mayo de 2013

Ferias y despedidas

Estos días anduve un tanto ocupada por varias razones, la principal era intentar organizar la despedida de soltera de una de mis mejores amigas y la otra ha sido por esto:


Ya el martes por la noche da comienzo lo que es el alumbrado, el pregón de las fiestas y comienzan los primeros conciertos.
Este ha sido uno de los años más atípicos en cuanto a lo que ir de ferias se refiere. La costumbre que se tiene aquí es salir desde por la mañana hasta por la tarde a las cañas, donde bebes y comes por la feria y ya entrada la tarde te vuelves a descansar para regresar a la noche ya arreglado y ver los conciertos, los cuales son todos gratuitos.
Por primera vez desde hace mucho tiempo tan sólo he ido a un par de conciertos y ni siquiera estuve todo el tiempo sino tan solo unas cuantas canciones.

Una de las principales razones ha sido el mal tiempo que nos ha hecho, tanto el frío como la lluvia, la cual ha caído en gran cantidad, lo que ha provocado que estas ferias estuvieran algo apagadas. Es mas, incluso el viernes que es cuando empieza a llegar mas gente de los pueblos de alrededor, vimos uno de los panoramas mas desoladores, conciertos sin apenas gente y casetas casi vacías por completo.
Hacia mucho tiempo que no recordaba unas ferias de mayo en las que tuviésemos que ir con abrigos de invierno, pero así ha sido.

Han actuado artistas como Tamara, India Martinez, Auryn, Jorge González, Miss Cafeína o los Hombres G entre otros.


Pero las ferias no son lo mismo sin las reuniones de amigos... aquellos que estamos lejos unos de otros por motivos de trabajo u otras circunstancias, nos reunimos estos días para contarnos anécdotas, reír y disfrutar juntos.
Además este año tuve un motivo mas de alegría, y es que durante las ferias celebramos la despedida de soltera de una de mis amigas mas querida. Puesto que se nos va a vivir fuera decidimos que lo mejor era celebrar la despedida en la que iban a ser sus últimas ferias, al menos como soltera.
La pillamos por la calle a eso de la una de la tarde del sábado y con unas plumas de su color favorito en la cabeza, la raptamos para llevarla hacia la feria. Allí le hicimos pasar un poco de vergüenza y luego nos dirigimos hacia el restaurante donde teníamos prevista la comida.

He de confesar que me lo pasé realmente bien. La comida estaba deliciosa y las jarras de sangría se vaciaban con facilidad, a pesar de que yo solo bebí agua.


A la segunda o tercera jarra de sangría los comentarios empezaron a gustarme mas, una de las casadas comenzó a comentar historias de su "querida" suegra. Lleva apenas un mes casada y decía estar hasta el último pelo de ella. Yo aluciné cuando nos contó que le había regalado un conjunto de tuppers y un buen día se los rellenó de comida y al final acabó pidiéndoselos de vuelta. Y una vez que ésta empezó, le siguió la futura novia con otras anécdotas muy graciosas también. Durante la comida llamaron a la novia, la llamada procedía de un supermercado de Aranda donde le decían que se habían encontrado un par de invitaciones de su boda en un carro de la compra. La novia alucinando nos miraba incrédula. Cuando nos lo contó no podíamos parar de reír, porque acto seguido tocó la llamada a su futura suegra para increparle sobre a qué tipo de gente entregaba las invitaciones.
La amiga que tenía a mi lado y yo nos reíamos de las historias y nos mirábamos pensando en lo a gusto que estábamos sin tener que aguantar todas esas movidas suegriles.
Tras el brindis y la entrega del regalo, regresamos de nuevo a la feria. No habíamos planeado nada a continuación, simplemente lo dejamos a la suerte, y lo cierto es que disfrutamos muchísimo. Compramos unos lazos que se iluminaban de varios colores y nos los pusimos en la cabeza. Estuvimos en varias casetas bailando sin parar de reír, nos encontramos con gente conocida que se unían a nosotras, y así poco a poco se fue pasando la tarde. Yo incluso llegué a ligar con uno de los negritos que venden cosas por la feria, según mi amiga porque al ver que mi pelo se asemeja al de su raza y soy blanquita de piel los conquisto.
Llegó la hora de cenar y nos tomamos unos pinchos en una de las casetas mientras esperábamos que comenzase el concierto de los Hombres G.

Apenas habíamos descansado pero tras el concierto seguíamos con ganas de festejar y de bailar todas, así pues continuamos un buen rato, pero a eso de las 3 de la mañana algunas estaban ya bastante cansadas y decidieron marcharse. Entonces yo, fresca como una lechuga, llamé a mi amiga "la loca", ella estaba allí con unas amigas y yo decidí unirme. Me despedí del grupo y a bailotear que me fui con ella, que además es con la que siempre acabo llorando de la risa y bailando como si no hubiera un mañana.
Fue vernos y decir: ¡vamos a por un ron cola! Y entonces de camino a la barra me encontré con una cara conocida. Nos miramos. Nos conocíamos pero no sabíamos si decirnos algo o no. Finalmente me paré y nos acercamos a saludarnos. La última vez que nos habíamos visto fue el año pasado en uno de los conciertos de la orquesta donde él tocaba y en una situación un tanto peculiar, puesto que la mayor parte de la orquesta estaba en calzoncillos. Empezamos a hablar... un resumen de nuestras vidas desde entonces. ¿Y tu novio? me preguntó. ¿Lo cualo? jajajajaja y viceversa, con idéntico resultado.
Quizás hablamos mas de lo esperado, quizás él pensó que yo llevaba unas cuantas copas de más, yo le vi algo mas serio que de costumbre, pero con esa sonrisa siempre atrayente.
Entonces mi amiga y su amigo se gustaron y empezaron a hablar, nosotros meros espectadores de esa casualidad nos reíamos de lo que estaba sucediendo. Él me contó parte de su historia, y yo la mía entre risas, un sentimiento común: la desconfianza hacia el género opuesto. Me decía que cuando salía ya solo pensaba en pasárselo bien, sin mas.
Otro corazón roto pensé.
En el fondo había algo que me atraía de él, como una sensación de protección hacia lo que yo también había vivido pero reflejada en sus ojos. Sin embargo nada mas pasó a parte de unas cuantas confidencias y esas miradas que no llevan a ninguna parte provenientes de corazones cerrados a cal y canto.
Nuestros amigos si que tuvieron ese algo mas que palabras que a nosotros tanto miedo nos da. Finalmente ellos se marcharon y nosotras seguimos nuestro camino, mi amiga con un teléfono mas para su colección y yo con mis pensamientos enmarañados. Se acercaba la alborada cuando decidimos que lo mejor para cerrar ese estupendo día era bailar nuestra canción. Y así atravesando un montón de gente conseguimos llegar hasta la mesa del DJ y tras hacerle unas señas él bajó hasta donde estábamos y mi amiga le pidió nuestra canción, nuestro "bara bara bere bere" con el que nos volvemos locas, mas si cabe.

Y cuando el DJ se subió de nuevo a su sitio, nos la puso y entonces casi llorando de la risa, empezamos a saltar y a bailar juntas. Fue el mejor momento de la noche, estábamos contentas y éramos felices. Ambas hemos pasado historias muy complicadas, pero ahí estábamos, riendo y sin acordarnos de nuestro pasado, solo mirando hacia delante cogidas de la mano.

A eso de las 6 de la madrugada decidimos concluir nuestra fiesta y nos despedimos del lugar...

Durante la noche varios pensamientos acudieron a nuestras cabezas, dudas y sentimientos extraños, pero ya todo había terminado, para algunas... quizás para otras estaba comenzando...

martes, 14 de mayo de 2013

Felicidades...

Tras pasar una noche un tanto extraña en la que apenas dormité unas tres horas, hoy me tuve que levantar muy temprano.
En mi mente había varios pensamientos e imágenes entremezclándose, historias pasadas, presentes y futuras que iban a tener lugar en este martes extraño.

La noche anterior estuve divagando mucho sobre lo que podría sentir a lo largo de este día, lo esquematicé mentalmente y asimilé cada uno de los sentimientos que me vendrían impuestos. Sin embargo siempre algo sucede que hace que todo lo que tienes controlado se desmorone y debas improvisar sobre la marcha.

Mi día comenzó a las 8 de la mañana cuando tenía que ir a la oficina para despedir a dos empleados. En mi mano una carpeta llena de papeles, finiquitos, cartas, leyes y las últimas nóminas. En mi mente dos imágenes y varios pensamientos aciagos, las caras de esos dos trabajadores y las historias personales de cada uno de ellos.
Durante el camino y resguardándome tras mi carpeta como si fuera un escudo protector, repasaba una y otra vez las palabras que diría. Esas palabras que me hicieron llegar hasta esta situación, esas comparativas tan de moda hoy día con el tema de la crisis... la pescadilla que se muerde la cola. Si no te pagan no puedes pagar y así todos.
La situación habia llegado a tal extremo que tras mucho meditarlo pensamos que era lo mejor. Y ahora me tocaba a mi hacer el papel del poli malo y despedir a aquellos desafortunados que pasaban a engrosar las listas del paro, cada día mas concurridas.
Al llegar, ellos me estaban esperando fuera, uno le comentaba al otro que el día anterior un policía le había puesto una multa por llevar las ruedas gastadas, y el otro con un tono algo sarcástico le decía que le hubiera comentado que iba a quedarse sin trabajo y que a partir de ahora iría en bicicleta.
Al verme se acercaron a mi y me saludaron. Entramos al despacho y ambos muy serios se sentaron.
Nunca había estado en una situación de este tipo, siempre había sido en el otro lado, aquel en el que no tienes poder para hacer nada. Ahora debía aparentar fortaleza y no ser débil, que no me pudieran las historias de cada uno. Pero tras un año de trabajo conjunto, lo cierto es que es difícil no involucrar los sentimientos en alguien que conoces y con el que has tratado de cerca.

La situación es la que es, no os puedo engañar... de momento hemos aguantado como hemos podido pero llega un punto en que se hace insostenible y los pequeños empresarios hemos de afrontar todos las consecuencias.
Les expliqué correctamente cada uno de los papeles que les entregaba y ellos con mirada resignada procedían a firmarlos uno a uno.
Mientras lo hacían me ponía en su lugar y por dentro recordaba mis últimos días en los sitios donde estuve trabajando, y donde siempre acababa llorando a lágrima viva junto a mis compañeros.

Entonces volviendo de mis sueños y mirándoles me vi en ellos pero en diferentes etapas de unas vidas muy distintas pero con un mismo final.
Tras darles las gracias por todo el trabajo realizado procedí a hablar en privado con uno de ellos, el cual tenía un familiar enfermo y le pregunté por él. Entonces sucedió algo que me rompió en pedazos.
Me relató una historia con un final feliz, pero sin embargo él estaba llorando diciéndome que le daba mucha pena marcharse porque habíamos sido como una familia para él. No pude evitar darle un abrazo y desearle suerte.
No quise darles esperanzas de que volverían, se las historias personales y se que es complicado hacerles esto en el momento que están viviendo, pero también es cierto que todo te hace mas fuerte.

En mi último despido a mi se me dieron una serie de acontecimientos inesperados unos tras otros y en ese momento en que lo ves todo negro te paras y levantas la cabeza, miras al frente y ves una pequeña luz hacia la cual empiezas a caminar, hasta que llega un día en que sabes que cada vez está mas cerca.

Tras cumplir con mi cometido y poner en orden toda la documentación me fui a casa y me quedé pensativa durante un buen rato.
Por la tarde tenía clase de inglés, me quedé dormida tras la comida y llegué tarde. Como consecuencia de ello mi profesor ya se marchaba, pero al verme decidió volver a dar clase. Por lo visto yo era la única alumna de ese día, el resto parecían haberse tomado el día libre puesto que hoy empezaban las ferias. Pero no me importaba estar sola y aprender.

Después de mi clase regresé a casa, hoy fue mi santo y quería celebrarlo. Hacía años que no lo celebraba, él me lo "impedía" puesto que hoy era su cumpleaños. Siempre me esforzaba en hacerle algo especial y al menos de una u otra forma pasar el día juntos. Hoy cumpliste 33 años y no te felicité, no como hubiese querido, porque se que ya no me darás una respuesta. Por eso mismo, hoy celebré mi día y por ello me quise hacer una tarta, esta vez para mi.
Tras dejar los libros me encerré en la cocina junto a los huevos, harina, levadura, yogur y demás ingredientes. Quise hacerme una tarta de yogur y probar a mezclar ingredientes diferentes a los que venían en la receta original. La cocina empezó a oler estupendamente y mi madre atraída por el olor me preguntó qué estaba cocinando. Una tarta para celebrar mi santo...
En mi empeño porque todo saliera a la perfección, algo falló, quizás las cantidades, el molde o todo a la vez, pero mi bonita tarta de yogur se había convertido en una mega cookie tamaño gigante.


Sin embargo al probarla sonreí porque estaba muy rica, y para mi eso era lo realmente importante.
Esta misma noche empezaron los fuegos artificiales de las ferias y los primeros conciertos que daban comienzo a nuestras fiestas mas esperadas de la primavera. Sin embargo he decidido quedarme en casa viendo la televisión. Tras de mi oía a lo lejos el ruido de los petardos y veía las luces de colores, sin embargo no estaba aqui, sin quererlo me había ido a tu lado y pensaba en cómo lo estarías celebrando. Te eché de menos, pero no tanto como para llorar, sino simplemente esa añoranza pasajera que tienes al comerte un pedazo de tarta.

Por la noche muchos detalles me hicieron sonreír, amigos que siempre están ahí y con los que hablas a diario, que no saben de tu historia pasada ni comprenden el por qué te encuentras desvelada por las noches pero que reconocen tu dolor y te hacen animarte contándote un chiste malo o simplemente confiándote sus historias... personas que sin quererlo se han convertido en parte de ti al igual que yo me he convertido en parte de ellas, personas que salen de tu vida tan rápido como entraron o que permanecen día tras día...

A gran parte de ellos debo todo esto, el ponerme a escribir de nuevo, el dejar el pasado un poco mas atrás, el vivir el presente con risas y el mirar las cosas habituales con otros ojos.

Hoy se que en mi familia todos y cada uno recordaron que era tu cumpleaños, pero nadie lo mencionó. Tras esas miradas de compasión hacia mi atisbé como podría sentirse mi corazón, sin embargo de momento la pequeña coraza que lo recubre hace casi imposible que me desmorone.

Todo lo vivido hoy fue intenso, desde primera hora de la mañana hasta ya bien entrada la madrugada, sin embargo marcho a la cama con una sonrisa, la que me da el haber recibido tantas felicitaciones como recibí, que aun sin regalos fueron las mas bonitas y sinceras del mundo.

Quizás hoy di un paso mas, alejando de mi esos fantasmas del pasado, preocupándome por historias del presente y esperando un futuro en el cual todo mejore.

Felicidades... a todas las Gemmas en el día de su santo, y a ti también.

sábado, 11 de mayo de 2013

Noches de fiesta

Estos últimos fines de semana de lluvia y frío he estado demasiado perezosa para salir de fiesta, pero ahora cuando llega el calor y apetece salir a las terrazas a tomar algo, me gusta quedar con mis amigas y salir a ver que hay en las noches discotequeras.

Últimamente con quien mas he salido ha sido con una buena amiga que es de un pueblo cercano al mío. Como el suyo es más pequeño coge su coche y nos pasamos un montón de horas juntas. Primero nos vamos a cenar de pinchos por la zona de los bares. Es ese intervalo de tiempo que ha de hacerse hasta que las discotecas se empiezan a llenar de gente y se puede entrar sin ser observado detenidamente. 

Durante esos primeros vinos nos contamos que tal ha ido la semana en el trabajo, amor y salud, lo básico. Como nos conocemos desde hace bastantes años y hemos tenido una experiencia muy similar hace poco en el terreno sentimental, es inevitable en ocasiones hablar de sucesos del pasado y traerlos entre copa y copa. 
Ella es bastante guapa, aunque para mi todas mis amigas lo son claro, y cuando salimos las dos solas tengo la costumbre de decir que ella actúe de cebo y luego yo doy la conversación. Sin embargo este fin de semana me han llamado la atención unas cuantas cosas. 
Cuando llegamos al primer bar estaba repleto de gente y no tuvimos mas remedio que quedarnos de pie y apoyar nuestras copas en una cuba que hacía las veces de mesa. 


Mi amiga fiel a su vino blanco y yo a mi rosado. Justo en la barra dos parejas de chicos, unos un tanto extraños y estos dos que se visualizan en la foto, algo mas de nuestro gusto. Empezamos a tomar el vino y a reír pensando en qué hacer para llamar la atención de alguno. Mi amiga es la de las miradas, ella tiene la teoría de que si un chico la mira un par de veces ya se lo ha ganado. Yo tiendo a ser mas directa, porque no me gusta mucho perder el tiempo, pero la verdad es que estos pequeños juegos te alegran la noche. Mientras decidíamos cual de los dos nos gustaba a cada una, yo no perdía de ojo a los otros dos de la derecha, y es que no se por qué pero siempre he sentido debilidad por esas personitas menos agraciadas que tienen pinta de ser majetes. Durante nuestra charla y risas varias, una mesa quedó libre y decidimos trasladarnos a ella. De repente un camarero guapísimo salido de la nada se acercó hasta nuestra mesa al oír nuestras risotadas. Otro vino por favor, le dijimos. Y él sonriendo y mostrando la perfección de esos dientes suyos se quedó un rato mirándonos. Yo que no me corto un pelo giré la cabeza y le miré como intentando averiguar qué era lo que quería. ¿Ocurre algo? le pregunté. Y se marchó detrás de la barra a por los vinos mientras nos miraba de reojo.  
Cuando regresó volvió a repetir la misma escena, nosotras estábamos intentando llamar la atención de los chicos de la barra mientras comentábamos sucesos de nuestras vidas y él nos miraba. Entonces le llamé con el dedo índice diciéndole: psss psss ven un momento. 
Al acercarse a nuestra mesa le volví a insistir si quería algo y sonriendo nos dio dos piruletas. Me miraba fijamente y yo le devolví la mirada pensando "seguro que eso lo haces con todas, pero gracias". 
Y entonces los chicos de la derecha se disponían a pagar su cuenta cuando la camarera les ofreció otra cerveza por cuenta de la casa. Me sorprendió puesto que en ese bar no suelen regalar nada. 
Mi amiga seguía en plan miraditas con los otros, yo le dije que fuera a decirles un hola y que si querían sentarse a la mesa con nosotras, pero ella insistía que no. Entonces al acabársenos el vino decidí actuar yo. En lugar de esperar al camarero me acerqué a la barra a pedir y, entre medias de los dos grupos de chicos, mi insolencia y curiosidad me hizo hablar con los de la derecha. Así pues al que tenía mas cerca le pregunté qué le habían hecho o dicho a la camarera para que les invitase a otra cerveza, puesto que era algo raro. El chico algo extrañado se me quedó mirando y le comentó la pregunta a su amigo, el cual contestó que quizás era porque su amigo era guapo o porque se habia reído de los chistes que él estaba contando. Yo les dije que si le habían guiñado un ojo, mas que nada por probarlo y tal, pero ambos se rieron y me aseguraron que no. Cuando me sirvieron las copas de vino, al girarme camino a la mesa, sin querer le di un pequeño golpe a uno de los guapos del otro grupo, el cual se giró y le pedí disculpas y él me respondió con una sonrisa. Una barba de tres días, ojos azules y pelo y facciones rubias eran parte de su rostro. A simple vista me gustó, aunque los otros dos tenían su gracia. 
Regresé a la mesa sin chicos pero con dos copas de vino. Mi amiga había estado pensando en los planes a seguir esa noche y ya lo teníamos medio resuelto cuando apareció de nuevo el camarero. Yo estuve a punto de darle una nota que habíamos escrito en nuestro momento de chifladuras, para que se la pasase a los chicos de la barra. La nota decía así: 


¿Os sentáis a la mesa con dos chicas simpáticas? Tenemos piruletas... 
Sin embargo el camarero venía dispuesto a no dejarnos en paz, botella en mano nos propuso rellenarnos las copas y no de un tamaño normal, sino casi la copa entera. 
Al final mas alegres que unas castañuelas decidimos dejar a la pareja de chicos y salir a bailar. 
Ya en la discoteca una RRPP nos cogió por banda y nos invitó a un chupito, haciendo que nos quedásemos en esa discoteca la mayor parte de la noche. Una vez dentro mi amiga pone el radar y se dirige conmigo de la mano a dar lo que ella denomina "la zorrivuelta" consistente en dar una vuelta por la discoteca e instalarte en aquel hueco donde mejores perspectivas varoniles existan. 
Yo la verdad es que no me gusta salir con esas miras, sino mas bien disfrutar, reírme, bailar y pasarlo bien. Creo que si desde el principio empiezas a fijarte en lo que te rodea al final acabas haciendo cosas que no deberías, pero bueno, todo sea por animar la noche. 
Al poco de entrar se le acerca un tipo a mi amiga, normal... empieza a hablar con ella y me saluda a mi también. ¿Cómo te llamas? Oigo que le pregunta. Ella le dice su nombre amablemente y señalándome le dice el mío. Ésta es mi amiga Gema, escucho entre la música a todo volumen. Entonces él se acerca a sus amigos y decide presentarnos a uno de ellos, y me lo presenta a mi especialmente, mira Fulanito, ésta es Eva.... 
Yo riéndome de la situación le confirmo que si, que me llamo Eva y le doy dos besos. Nos dicen que nos invitan a algo pero decimos que no. Estamos un rato hablando con ellos y deciden ir al servicio. Mi amiga me dice que no le gusta y que nos movamos del sitio. ¿Pero sin decirles nada? pregunto. Claro, claro, si no nos seguirán. Y yo a pesar de haberme quedado parloteando con el amigo feo me da pena irme asi y me quedo remoloneando un poco por si acaso les veo, decir que nos vamos. Pero al no verles nos cambiamos a la discoteca de al lado. 
Nos estamos divirtiendo y sonriendo cuando mi amiga se me acerca al oído a comentarme algo. Justo en ese momento un chico bastante guapo se nos queda mirando, se pone detrás de mi amiga y le dice: ¿sois lesbianas? Yo al escucharlo puse una mirada en plan: piérdete capullo. Porque además era el típico chulo con pendientes a lo David Beckham que se cree el más guapo y al que todas le tienen que decir que si. Mi amiga le confirmó que sólo éramos amigas y entonces él siguió comiéndole la oreja. En un momento dado y viéndole venir le dije a mi amiga que había visto a otras de mi grupo y si quería quedarse con él yo me iba. No quería romper el rollo pero hay ciertos tipos de chicos que no soporto y ese era uno de ellos, mas aun cuando vio que yo quería irme y mi amiga venirse conmigo y llamó a un amigo suyo para presentármelo y que me mantuviese entretenida. Al pobre amigo ni le saludé y le dije a él que no me hacía falta que me presentase a nadie, que tenía a otras amigas allí y que me dejase en paz. Os puedo asegurar que hacia mi esa noche no tuvo ningún apelativo cariñoso seguro. Le dio su teléfono a mi amiga y nos fuimos a otra discoteca. Me comentó que le había gustado porque era muy guapo, pero yo le respondí que ese tipo de chicos no me gustaban en absoluto, que si quería ir era libre pero yo no podía apoyarla. 
Y entonces al cambiar de discoteca y tomarnos otro Gin-Tonic, de repente pasaron por la puerta dos chicos, uno de ellos agarró a mi amiga por la mano y sin preguntarle cómo se llamaba empezó a bailar con ella lanzándola a un lado y a otro del local. Estupefacta ante tal encuentro me quedé parada sin saber que hacer y cuando giré mi cabeza la sombra del amigo del bailarín me observaba. 
- ¿Qué pasa? me dijo, ¿es que no pueden bailar? 
- ¿Perdona? ¿Acaso yo les estoy cortando el rollo?
- Es que como les miras así...
- Hombre, es que la entrada de tu amigo no ha sido la mas normal del mundo... 
- ¿Tú no bailas? 
- Pues mira, no me apetece. 
- ¿Qué estúpida eres no? 
- Gracias, has acertado de pleno. Me alegra que me lo digas, se nota que se te dan bien las primeras impresiones. 

En ese momento y ante tal personaje decidí alejarme e ir al baño. Entonces me encontré a los primeros que abandonamos cuando ellos se marcharon al servicio. Sorprendentemente sólo me dijeron que no nos habían visto y que nos habían buscado. Yo puse la excusa de que había quedado con otras amigas y tuvimos que irnos. Durante ese rato me reí con ellos y al regresar de nuevo donde estaba mi amiga y su ligue inicial verla bailar con el otro me dijo: ¿y éste de donde ha salido?
Entonces pusieron una canción que me gustaba y yo me puse a bailar con ellos en su grupo, y fue cuando el "simpático" me agarró y me dijo: ah, si sabes bailar... ven aquí! y entonces me puse a bailar con él, pero no agarrada sino a mi forma, y él me observaba y miraba con otros ojos, se me acercó al oído y me dice: ves, esto es otra cosa... A lo que yo le contesté: mira niñato, no me conoces de nada como para decirme lo que me has dicho, es más ni siquiera te has presentado, no esperes que quiera bailar contigo, y si lo hago ahora es para que te des cuenta que lo hago mejor que tú pero que hasta aqui llegó la cosa, ahora me voy con aquellos de allí, que os creeis unos guaperas y lo que sois es unos imbéciles. Y me fui. 
Ya que me había llamado estúpida al menos que fuera con razón, eso si, que supiera lo que se perdía. 
El que bailaba con mi amiga empezó a charlar con ella preguntándole su nombre y si trabajaba y esas cosas. Ella siempre dice la verdad y me hace mucha gracia, porque yo solo se la digo a depende qué tipos. De hecho cuando me presentó a los primeros ya que ellos mismos me llamaron Eva yo seguí con la gracia y decidí hacerme forense. Otras veces he sido árbitro de fútbol de 3ª regional, bailarina y hasta veterinaria rural. Me encanta inventarme profesiones y mas aun cuando me preguntan qué es lo que hago. Soy una excelente actriz de monólogos improvisados. 
Lo mejor de la noche llegó cuando al móvil de mi amiga le llega un mensaje del chulo y le pregunta dónde estábamos. Ella que lo vio una hora después justo le estaba escribiendo la respuesta cuando aparece por detrás. Y le dice: oye, nos vamos a otra discoteca, ¿por qué no te vienes? Yo que la veo dudar me acerco a ella y le digo: mira, si quiere estar contigo se queda donde tú estés, no te hace ir donde él va. Nosotras acabamos de llegar aquí, como ve que tiene competencia te quiere llevar a su terreno junto a sus amigotes y separarte de mi, haz lo que quieras pero está claro que si quisiera estar contigo sería él quien se quedaría y le darían igual sus amigos. Finalmente me hizo caso y se quedó conmigo mientras que el chulo y sus secuaces se largaron con viento fresco, así como también lo hicieron los dos bailarines "simpáticos". 
Ya casi a punto de amanecer y cuando iban a cerrar, los primeros que encontramos nos preguntaron dónde íbamos a ir. Les dijimos que a nuestras casas, nos despedimos y nos subimos a un taxi. 

Al llegar a casa y ponerme el pijama empecé a recordar en mi mente todo lo sucedido, lo que me llevó a mi pasado en el cual tenía 20 años y los chicos no eran como son ahora. 
Quizás no vivo en la época adecuada, siempre lo he pensado, no estoy hecha para que me chuleen ni me asalten con excusas sexistas o me inviten a tomar algo. 
Pero hoy en día es complicado que alguien se te acerque y te diga un "hola, qué tal, me he fijado en ti y me preguntaba si querrías bailar conmigo..." es cierto, es algo totalmente irreal y lo se. 
Como también se que no me apetece en absoluto conocer a alguien cuyos músculos son mas grandes que lo que puede dar de sí una conversación conmigo. 
En ocasiones me siento rara, soy demasiado selectiva y todos me lo dicen, pero ¿acaso no debería hacerlo? Me resulta complicado vivir en la sociedad actual donde todo va tan rápido y yo a veces siento que quiero parar y no me dejan porque si lo hago la obsolescencia me mataría. 
Será complicado encontrar a una persona con la que mantener una conversación apropiada, que sepa divertirse y que le guste la vida sana y disfrutar como lo hago yo, por eso mismo no me preocupa demasiado, me siento bien siendo como soy, sin cambiar ni un ápice de mi y sonriendo a pesar de que los piropos que me digan sean todo lo contrario. 
Eso si, pienso sinceramente que muchos chicos deberían cambiar esa actitud que tienen hacia las chicas y tratarlas como simplemente nos merecemos. 
Este vídeo va dedicado a mi compañera de locuras en las noches... 


martes, 7 de mayo de 2013

Mentiras...

Lo cierto es que no soy una persona que deteste profundamente la mentira, no me entendáis mal, defiendo la mentira cuando ésta se hace necesaria en un hecho determinado. Podréis decir que es una excusa, y podría ser cierto, pero... ¿acaso nadie miente cuando no le apetece hacer algo o para lograr algo que ansía?

Esta mañana estaba terminando de desayunar cuando han llamado al telefonillo de mi piso, y tras preguntar quién era y responderme "el cartero" he abierto la puerta.
Lo cierto es que me he quedado algo extrañada al escuchar una voz diferente a la de mi cartero habitual, y en un horario que no suele ser el suyo, pero como hay veces que los cambian de zona tampoco he pensado que me pudieran estar engañando.
A los diez minutos de abrir la puerta y con el bolso en la mano para salir de casa, he oído que la puerta de mi vecina se abría y posteriormente llamaban a la mía. Sin asomarme a la mirilla he abierto pensando que podría ser ella y de repente me he encontrado con un hombre bajito de unos 70 años que llevaba una mochila. Me ha empezado a contar que tenía diez hijos, llevaba en el paro bastante tiempo al igual que toda su familia, que tenía que ayudarles y que no tenía trabajo.
Me ha pillado tan de improviso que he reaccionado un poco mal diciendo que yo tenía muchas cosas que pagar y que en mi casa también había problemas, que lo sentía mucho pero que no le iba a dar nada.
Entonces tras cerrar la puerta he escuchado que mi vecina abría la suya de nuevo e iba escaleras abajo diciéndole al hombre si quería algo de comer. A la respuesta del "mendigo" ella le ha contestado que esperase en el portal que iba a comprarle un bocadillo.
Y esos cinco minutos o quince de espera tras la puerta me han hecho pensar...

Se te pasan por la cabeza cosas tales como lo mala persona que puedes llegar a ser o incluso que intentes ayudar a personas que no conoces y luego al que te pide ayuda enfrente de ti le cierres la puerta.
Esos minutos en los que apenas me he atrevido a salir por la puerta por miedo a enfrentarme a ese hombre desconocido, o incluso por vergüenza a que mi vecina me hubiera escuchado y verla luego en la escalera, he estado intentando analizar el por qué de mi actuación.
Mi raciocinio me llevaba a pensar que esa historia que me había contado era todo mentira, era casi imposible que tuviera diez hijos, de los cuales todos estaban sin trabajo, así como a su edad no me cuadraba que no tuviera una pensión, por mínima que fuese. Su aspecto físico me indicaba que quizás las monedas que iba contando posiblemente las gastase en el supermercado para comprar un cartón de vino... entonces, ¿por qué me sentía tremendamente culpable?
¿Quizás el hecho de que mi vecina saliera a preguntarle si quería algo de comer? Mis vecinos, esos que a su vez tienen una deuda con la comunidad por impago de las cuotas...
Sin embargo esa sensación me ha acompañado todo el día de hoy. Al salir a la calle me ha llegado un mensaje al móvil: "chicas, os invito a mi fiesta de cumpleaños el día 8 de junio, confirmad asistencia..."
Inmediatamente a mi mente acuden mil excusas para no ir, llevo unos años sin ir a esa fiesta de cumpleaños, sobre todo cuando te enteras de que esa amiga no es tal, aunque delante de ti sea la mejor.
Poner excusas se me da bien, curiosamente se me da fantásticamente bien, pero en ocasiones me gustaría poder decir: no voy a ir porque no quiero verte, porque no quiero saber nada de ti y porque me da igual lo que hagas con tu vida, hace tiempo que te saqué de la mía.
Lógicamente he puesto una excusa, que verdadera o no, no deja de ser una excusa porque cuando realmente quieres hacer algo nada te lo impide.
Estaba por la calle cuando me he encontrado con mi cartero y tras un escaso segundo de entusiasmo romántico le he preguntado si había ido a mi casa, y al responderme que no me he dado cuenta que quien había llamado era la persona que ha venido a pedirme dinero.
Él también había mentido para que le abrieran la puerta...

A lo largo de la tarde una serie de sucesos se me han ido acumulando, hasta tal punto que he querido desconectar de todo y desaparecer. Quizás irme lejos, donde nadie pudiera encontrarme, donde nadie pudiera provocarme esos sentimientos de culpa que tanto me dolían... pero es imposible escapar de la realidad a veces.

Si, días en los que un sol radiante lo ilumina todo pero una gran nube negra se deposita sobre tu cabeza sin dejar de pensar en nuestras acciones hacia el mundo.

En ocasiones me pregunto por qué nos cuesta tanto decir que no y nos conformamos con poner excusas baratas.

Hablamos de libertad de expresión y nos enfadamos cuando nos la coartan, sin embargo somos incapaces de tener esa libertad de sentimientos, de decir lo que verdaderamente pensamos y escudarnos tras esas mentiras disimuladas por miedos absurdos.

Para que sonriáis un poco y hacerlo yo misma también os contaré una anécdota. Esta gran "amiga" que me ha invitado a su cumpleaños aun no sabe que el chico con el que yo salía ya no está conmigo desde hace un año. Cuando oyó rumores de que las cosas no iban bien quiso tirarme de la lengua y mi respuesta fue quedar con todas mis amigas, de las cuales la única que no lo sabía era ella, y decir que nos íbamos a casar por lo civil este año. Casualidades de la vida coincidía mi boda con una misión que tenía ella en el extranjero... pero yo por supuesto le mandaría fotos.
Llegó ese día y al final de nuevo otra excusa graciosa me vino al pelo. Verás, resulta que Bankia se ha desplomado y están cerrando oficinas (yo trabajaba por aquel entonces en el banco), al no tener trabajo los planes se han venido abajo y hemos tenido que volver a plantearnos todo de nuevo.
Pasaron los meses y la vi antes de irme a las fallas. Ella me volvió a preguntar si iba a ir a las fallas y esperaba que le contase algo mas de cómo estaba la situación. Yo saliéndome por la tangente le dije que iría a fallas y que todo seguía igual. El hecho es que él es valenciano, de ahí el tema fallero claro.
Lo siguiente que se me viene encima es la boda de una de nuestras amigas comunes y la quedada oficial para hablar sobre la despedida.
En un alarde de ingenio y locura hasta he pensado en contratar un boy buenorro para que me acompañe a la boda, otra idea era decirle que durante las fallas él fue a tirar un petardo, le explotó en las manos y se ha quedado sin dos dedos, con lo cual está en proceso de recuperación y no puede asistir a la boda...

Soy imaginativa hasta niveles insospechados, pero esta imaginación, a parte de venir de serie en mi, se acentúa cuando personas de este tipo me hacen mi existencia mas complicada.

Dejando todo esto de lado... no se qué haré el día de la boda, supongo que iré con mi mejor amiga que también está soltera, y no se qué le diré cuando de nuevo me vuelva a preguntar, debería decirle la verdad, es cierto, pero... ya sabéis.

Se que este tema puede provocar conflictos e incluso podréis decirme que no estáis de acuerdo conmigo, lo entiendo. Aún así, posiblemente seguiré opinando que unas mentiras imaginativas nunca vienen mal.

P.D. No os lo vais a creer, pero esta tarde vi una vaca volar...

domingo, 5 de mayo de 2013

Mi mamá me mima...

Hoy 5 de mayo ha sido el día de la madre. Sinceramente no hice nada especial. El sábado salí de fiesta y el llegar de madrugada me ha costado que pase el domingo medio somnolienta.
Quise salir a comprar algo pero no sabía el qué, me dieron ganas de coger un robot de estos que te limpian el suelo solitos, pero no parecía un regalo muy apropiado para el día de la madre.
Harta de pensar decidí que lo mejor era pasar el día con ella, esas 24 horas a su lado dándole mimitos y haciendo que trabaje lo menos posible. Le dije que la invitaba a comer en un restaurante pero mi madre es muy suya y no le gustan nada mas que sus comidas.
Asi pues esta madrugada al llegar a las 6 de la mañana ahí estaba esperándome para darme los buenos días. Yo me he metido en la cama con la intención de dormir unas pocas horas y luego ayudarla. Pero ella ha aprovechado la mañana para hacer una tarta de manzana y cuando me ha despertado para desayunar ya me tenía encima de la mesa el café con un pedazo de tarta deliciosa.
Le he dado dos besos y mientras le decía: felicidades mamá... su mirada de reproche me indicaba que tras la juerga lo mas justo sería que me fuera a dormir de nuevo.
Y mientras ella preparaba la comida para los tres, yo me he quedado dormida de nuevo hasta que ha venido a despertarme dándome un beso en la mejilla.
Después de comer he preparado yo el postre, piña con zumo de naranja y canela...mmmm
Luego me he puesto manos a la obra y he decidido quitarle su tarea habitual de fregar los platos y recoger la cocina, y ya puestos me he metido a hacer limpieza general por el piso mientras ella descansaba un rato y se echaba una mini siesta.
Juntas en el sofá hemos estado viendo Scary Movie, riendo y diciendo tonterías. Ya por la tarde he ido con ella a misa de 8 y quería invitarla a un helado pero no tenía bien la garganta y ha decidido que mejor que no. Asi pues hemos ido a dar una vuelta al parque a ver la feria del libro que hoy era el último día.
Durante el paseo íbamos hablando de noticias que había visto en televisión y yo comentando las anécdotas de mi salida de anoche.
Muchas veces me veo reflejada en ella, mi forma de actuar cuando la veo me lo demuestra. Ella dice que no me  parezco en nada, que soy muy alocada y que no pienso las cosas, siempre me dice que a mi edad tenía la cabeza mas asentada y no en las nubes como la tengo yo siempre.
No se cómo pero siempre acabamos discutiendo, es lo que tiene el quererse demasiado.
Se que soy muy brusca en ocasiones, y ella se ríe porque me conoce y sabe que la quiero y se lo digo en broma. Cualquiera que nos oiga... me suele decir.

Todos aquellos que convivís con vuestras madres sabéis que estas discusiones son normales en el día a día. Y que si no se dieran creo que sería síntoma de que algo extraño sucede.
Esta tarde me decía algo asi como que en el twitter no hay nada bueno, y en internet tampoco. Yo le digo que depende para qué lo utilices, pero cuando escucha alguna noticia en televisión (y siempre son malas) pues es difícil cambiarle su opinión por mucho que le diga.

Mi madre, esa que me dice..."hija, o limpias tu habitación o cualquier día voy a poner un puesto para vender los conejos que crías debajo de tu cama". O aquello de... "no se te ocurra tuitear mientras te desnudas que igual se activa la cámara del móvil y te ve todo el mundo". Son cosas que se le ocurren sin más.
Mi madre es la persona que me ha acompañado en todo momento, cuando de pequeña me operaron de anginas, cuando de mayor me dio la diabetes y no paraba de llorar por que no comprendía qué significaba, cuando fui a echar la solicitud para la universidad, cuando me gradué por primera vez y cuando me volví a graduar, cuando me dieron mi primer premio de relato corto y cuando le contaba los problemas que tenía en mis relaciones sentimentales... siempre ella, mi madre.

No le gustan demasiado estas nuevas tecnologías, no las entiende, tampoco entiende que pase tanto tiempo sin dormir intentando escribir estos posts que no me proporcionan ningún beneficio.
Pero yo quería explicar este sentimiento... y por una vez mostrárosla...


Porque así es ella, con sus gracias, su firmeza, su cariño y su apoyo constante. Con esas frases de madre que te hacen pensar en aquello de: "pero si esto no lo entiendes, déjame tranquila", y al cabo del tiempo darte cuenta de que quien no lo había entendido eras tú.
Con sus consejos, tan sabios a veces. Su preocupación siempre eterna... madres...