Yo nunca he tenido ese placer o desgracia, nunca se sabe. Siempre ha habido ruido a mi alrededor y en el fondo creo que el silencio no existe. Tanto en el paraje mas desolador como en la urbe mas poblada inmensidad de ruidos se agolpan si nos paramos a escucharlos.
No soy de esas personas que gustan de llevar enormes cascos de música por la calle para aislarse de todo. Callar el ruido con mas ruido no es de lo más agradable. Soy de las que se paran a escuchar conversaciones ajenas, el run run de los coches y el alboroto de los pájaros cuando está amaneciendo.
Recuerdo que cuando vivía en Toledo el balcón de mi habitación quedaba justo enfrente de una pequeña plaza llena de árboles. Cuando amanecía y el sol entraba por las rendijas de la persiana abría las puertas y volvía a meterme en la cama. Cerraba los ojos durante unos instantes y escuchaba. Un gorjeo incesante penetraba en mi habitación de repente...
Ahora los sonidos son otros, por las mañanas nos despierta el sonido del móvil y cada vez hay mas ruidos de vehículos por las calles.
Sin embargo hoy quiero hablaros de las voces y lo que ello representan en nuestras vidas.
Últimamente veo como apenas hablamos, ya solo utilizamos mensajitos para comunicarnos, no digo que esté mal pero se ha perdido la esencia. Quizás cuando lees sonríes y hasta puedes llegar a sentir cosas, sin embargo no dejan de ser palabras que en mayor o menor grado incluso pueden hasta malinterpretarse por el mero hecho de no ponerles la entonación adecuada.
La verdad es que yo sigo pensando que me gustan las voces. Cuando estoy mal me gusta llamar a alguien y oír sus risas o sus consejos, si tengo una buena noticia que dar me gusta compartirla soltando un montón de estupideces y carcajadas.
Ayer puse dos voces nuevas a mi vida, en una descubrí un acento que nunca había oído mezclado con muy malas pulgas y risas. Escuchar a una persona con la que llevas tiempo escribiéndote y oír su voz por vez primera siempre es una experiencia curiosa. Es poner un sonido a esas palabras escritas, darte cuenta de cómo es en realidad.
Ella me llamó para echarme la bronca por algo que sentía y como buena vasca que es, empezó a decir palabrotas mientras fatigada buscaba su coche porque decía no saber dónde lo había aparcado.
Me encantan este tipo de personas, de las que te infunden ánimos y van a tope por la vida sacando su lanzallamas y quemando todo aquello que se les ponga por delante.
En el lado opuesto otra voz, muy diferente. Una voz triste y afligida, cansada... quizás era demasiado tarde cuando hablé con él, pero me dejó bastante preocupada antes de dormir.
Voces... según la RAE son esos sonidos que se producen por el aire que expulsa los pulmones al salir de la laringe haciendo que vibren las cuerdas vocales.
Hay quienes afirman incluso que las voces tienen colores, yo estoy muy de acuerdo con esa afirmación también.
El significado de esas voces, esos ruidos... algo tan bonito que te hace sentir y hasta en ocasiones vivir.
Precioso,conciso y directo relato,te felicito Gem,añadiré solo q yo si oigo el silencio,lo busco y necesito al igual,q el "son" d las risas.
ResponderEliminarBesos loky.
Buscar el silencio... pues si lo encuentras alguna vez dime donde está, mándamelo o incluso mejor, compártelo conmigo, de una u otra forma... Besis.
EliminarLas voces me gustan. Sentir a los que me rodean. Escuchar las risas de los niños. Ayer fue día de playa. Desde las 9.30 hasta las 00.00 que llegamos. El hijo de mi amiga, siempre vamos dos parejas con los niños, no se calla ni debajo del agua. Pero me encanta oírlo hablar. Aunque esté sólo él se divierte hablando seguido. Reconozco que día tras día igual puede llegar a cansar pero un día cada semana es llevadero. Y yo si que he escuchado el silencio. Cuando Samuel era pequeño no había forma de que durmiera antes de las 2 ó 3 de la madrugada. Mi marido se acostaba temprano, pues madrugaba demasiado y yo me quedaba en la cocina con él, arrorró arrorró......, hasta que se dormía. Cuando le acostaba en su cuna me quedaba unos segundos observándoles a los dos mientras dormían....... eses segundos, de madrugada, en el más absoluto de los silencios y mirando a las personas que más quieres eran simplemente relajantes y satisfactorios. Muchas veces, me volvía a la cocina, encendía la tele y disfrutaba de mi momento de relax total. Kiss.
ResponderEliminarY tu marido no rompía ese momento de silencio con algún ronquidito??? jejejeje
EliminarPorque a veces pasa...
La gente que decís escuchar el silencio y lo expresáis tan bien como has hecho tú aquí, es algo increíble y muy bonito de imaginar. Muchas gracias por compartirlo conmigo galleguiña.
Esto..... en eso tienes razón, alguna vez ese relajante silencio se rompía, pero doy fe que no era con ningún ronquidito. Mi marido no se anda con chiquilladas. Cuando ronca, RONCA, jajajaja. Buenos días!!! Kiss.
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