sábado, 26 de enero de 2013

Sábados Domingueros

Hay días de la semana que se espera mucho de ellos sólo por tener un nombre determinado, es el ejemplo de los sábados. Es oír ese nombre y ya nos estamos poniendo el vestido, los tacones y pintándonos los labios.
¿Qué sucede cuando los planes se vienen abajo? ¿Y si resulta que te levantas con ganas de quedarte en el sofá y ver películas moñas hasta la hora de cenar?
En ocasiones parece que el mundo nos llama a seguirle, hoy es sábado, tienes que ponerte tus mejores galas y recorrerte todos los bares de la ciudad para luego salir a bailar hasta bien entrada la madrugada.
Sin embargo esos días que no te apetece nada salir, que la mejor opción es quedarte en pijama durante toda la mañana mientras haces el vago, te inunda un tremendo sentimiento de soledad absoluta.
Piensas si el no estar a altas horas de la noche de fiesta te hace ser una persona antisocial o solitaria. Pero esa sensación de tranquilidad te llena más que la diversión.
Todos pasamos por estos momentos, cuando rondamos más los veinte que los treinta nuestro objetivo máximo es sacarle partido a todos y cada uno de los días que comprende el fin de semana, empezando por el jueves y acabando por el domingo de madrugada. Pero con el paso de los años te das cuenta que el sentarte a ver la televisión, leer un buen libro, irte al cine o salir a cenar con amigos, es más divertido que cualquier otro plan alternativo.
Anoche disfruté de una cena estupenda, me reí y estuve escuchando un monólogo muy gracioso de Xavier Deltell. Esos ratos de ocio compartidos con amigos te hacen darte cuenta que tu vida va cambiando, y a pesar de que en ocasiones quieras seguir siendo joven y salir de fiesta o incluso ver películas de dibujos animados y sentirte un niño, es cierto que los años no perdonan. Pero no me entendáis mal, no es la edad la que nos impide hacer las cosas sino el paso del tiempo. Cómo se ha desarrollado tu vida o las situaciones que has vivido, te hacen comportarte de una u otra forma.
Hoy quiero dejaros con una de mis canciones favoritas, de esas que te relajan cuando todo parece ir mal y que te ayudan a dormir y a sentirte fuerte. Y os la quiero dedicar a todos aquellos que como yo permanecéis un sábado por la noche trabajando o simplemente disfrutando de una tranquilidad merecida.



Mi consejo de hoy: Disfrutad de cada día como si fuera el último pero siempre haciendo aquello que mas os apetezca sin necesidad de que vuestro entorno os influya.


4 comentarios:

  1. Si es que nos hacemos muy viejas...tic tac tic tac esto va pasando rápido

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me acabo de dar cuenta que no te había respondido a esto de ser viejas... igual tienes razón, o no, en los próximos planes lo veremos!

      Eliminar
  2. Hace años que no voy a una disco,no pq no quiera,simplemente no me gustan!!
    Prefiero un cine,una cenita o mantita,sofá y TV un sábado noche!!
    Y si hay un plan mejor,que sea un monólogo del GRAN Xavier Deltell :D !!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Supongo que hay etapas para todo, lo mejor es disfrutar y ser feliz, ya sea cine, cena, sofá o monólogo, siempre rodeados de alguien que nos haga sonreír, y eso hice yo cuando vi a nuestro Xavi! Gracias por tu comentario.

      Eliminar