Por todos es conocido que me encanta cocinar, de hecho ya he contado en diversas ocasiones que me apasiona meterme en la cocina a batir huevos cuando me estreso y que me relaja bastante salvo que mi madre entre por la puerta y me empiece a decir que todo lo hago mal.
Ayer estaba tan contenta que me puse a hacer bollitos por la tarde, en un pis pas puse la cocina patas arriba y aprovechando que nadie me vigilaba hice unos suizos rellenos de chocolate sin azúcar. La receta se la cogí de internet a Sergio, el cocinero que sale en el programa de por la mañana con Mariló Montero y salvo unas pequeñas modificaciones me quedaron estupendos. Entonces se me ocurrió la genial idea de mandarles la foto y esta mañana cuando he llegado a casa he puesto el programa y ha salido mi foto en primera plana, y oye, me ha hecho ilusión la verdad. Ha explicado la forma como los hice yo, los cambios y se ha entretenido un ratito leyendo mi email mientras mi foto salía en la pantalla.
Al rato ha sonado mi teléfono: "¡¡¡Hemos visto tu plato en la tele!!! ¿Porque era tuyo verdad? Que por cierto, ya podías cambiar de plato que siempre pones los postres en el mismo y parece que no tienes otro."
Pues sí, parece que pongo siempre el mismo pero es que es el más grande que tengo y donde me cabe todo a la perfección. Se aceptan donativos para una nueva vajilla.
Como parece ser que la receta ha gustado he decidido publicarla, como digo pese a no ser mía.
Lo primero de todo es hacer una masa esponjosa, para ello usaremos los siguientes ingredientes:
250 gr harina
ralladura de limón y naranja
50 gr mantequilla en pomada
50 gr azúcar (dos cucharillas de café de edulcorante líquido, o unos 25 gr de fructosa)
2 huevos
150 ml de leche (medio vaso)
15 gr levadura fresca de panadero
Una vez hecha la masa la dejamos en el bol reposar a temperatura ambiente un ratito y cuando haya crecido volvemos a estrujar la bolita y esta vez cortamos pedacitos y les damos la forma que queramos, pueden ser como pequeños panes o más alargados. Entonces se cogen trozos de chocolate, yo lo usé sin azúcar para postres, y se introducen en la masa tapándolos bien. Se dejan en la bandeja y se pintan con huevo.
Hay que dejarlos reposar una media hora hasta que el tamaño del bollito se duplique y una vez que haya crecido se mete al horno, unos 180 grados durante 15 minutos.
Una vez fuera yo los pinté con un poquito de mermelada y les puse aspartamo en polvo que da un toque muy similar al azúcar glas. Y así quedó el invento:
No conformándome con haberme visto en la tele hoy, me he puesto manos a la obra y he decidido hacer salmorejo con un toque diferente. El martes lo hice por vez primera y yo que soy muy de beber gazpacho en verano la verdad es que me pareció una receta un tanto pesada, tanto pan y aceite me saturó y acabé hinchada y sin ganas de volver a repetirlo, pero como tenía medio pan de pueblo con miga no quería desperdiciarlo y hoy decidí probar de nuevo pero cambiando algo. La idea me surgió cuando fui a por el pan esta mañana, estaba en la caja e iba a pagar cuando el cajero me ofreció tinto de verano como oferta. Sinceramente a mi me encanta esta bebida y desde que la hacen con edulcorantes pues yo súper feliz, es ahí cuando se me ha encendido una bombilla y he llegado a casa con la barra de pan y una botella de 2 litros de tinto de verano.
Si realmente lo que da sensación de pesadez al salmorejo es la cantidad de aceite y el pan que se le echa ¡pues se modifica y ¡listo!
He cogido un par de tomates de huerta de estos bien rojos y gordos, me han pesado más de 700 gr entre los dos, unos 120 gr de miga de pan, un ajo, un chorrito de aceite y sal.
Como la miga de pan estaba ya un poco dura lo que he hecho ha sido recalarla con el tinto tal que así:
Vale, podéis llamarme cutre por comprar un tinto de verano Don Simón, pero a razón de 1€ los 2 litros pues qué queréis que os diga, a mi me vale.
Luego le he echado los tomates encima y el resto de elementos y lo he metido en la batidora rellenando los huecos con un buen chorreón de tinto.
Podéis llamarme terrorista gastronómica pero os diré que para mi gusto ha quedado muy bueno y mucho más ligero y fresco que el salmorejo normal. Además queda un color bonito.
Sé que hago muchas guarrindongadas y mezclas imposibles, pero ¿quién dice que no se pueden hacer? Yo desde que el año pasado hice un gazpacho con chocolate y no me he muerto creo que todo es posible.