miércoles, 20 de febrero de 2013

Segundas Partes

Hay un dicho que dice algo así como "segundas partes nunca fueron buenas", ¿lo conocéis verdad?
Pues yo siempre he pensado lo mismo, pero quizás hoy no ha sido precisamente una segunda parte...
Resulta que esta mañana mi rutina se basó en los cuidados especiales a mi madre, últimamente me siento muy madraza, soy la madre de mi madre. Le doy las pastillas, por las noches los masajes para su espalda dolorida, y cuando la ayudo a acostarse me encanta darle un beso de buenas noches.
Las mañanas pasan muy rápido, se te acumulan tareas, la casa, la compra, el trabajo pendiente... pero hoy no he podido ir a comprar, puesto que tenía trabajo acumulado tras la visita hospitalaria de ayer, y he solucionado la comida rápidamente con un arroz a la cubana bien rico.
Ya por la tarde mi teléfono ha sido una juerga, mi profesor de alemán diciéndome que no había clase, luego que si, luego que no de nuevo... A continuación mi amiga Sonrisas, ¿quedamos para un café y cotillear? Claro, lo estaba deseando. Uf, mejor mañana, una hora después... bueno, igual podemos quedar un rato...
Mi tarde ha sido como deshojar una margarita pero en lugar de pétalos de si o no, eran mensajes. Y entonces he quedado con Sonrisas a tomar un té de frutas. Ya os hablé de ella en algún que otro post, pero es quedar las dos solas y yo creo que no solo los del bar donde estamos, sino las personas que en ese momento van por la calle oyen nuestras risotadas. Es genial hablar con alguien para quien las locuras son meros acontecimientos cotidianos y sentirte libre diciendo estupideces que en el fondo son grandes verdades.
Hemos hablado largo y tendido de nuestras cosas, y entre ellas ha salido el tema de mi cita con el actor. No te cierres, olvida el pasado y disfruta, me decía.
Entonces suceden esos momentos que se dicen son casualidades, y puesto que no tenía hoy alemán he pensado que bien podría quedar un rato con él para vernos. Y así lo hemos hecho. He llegado la primera al lugar acordado, me he puesto a dar vueltas por la plaza, a seguir con la mirada a los chicos que salían a correr y a observar a los policías que estaban en la comisaría. Durante unos minutos, miraba la luna, aparecía medio oculta entre las nubes, escuchaba los sonidos del agua caer en la fuente, y observaba la gente que cruzaba por allí. En un momento dado me he subido a hacer peripecias sobre un altillo situado en mitad de la plaza, y cuando me he dado la vuelta le he visto observándome. Lo primero que he pensado ha sido, madre mia, yo haciendo el tonto y él mirándome...
Nos hemos acercado y nos hemos saludado, te estaba observando me dice...
Hemos decidido ir a dar un paseo. He de confesaros que la zona por donde hemos estado es una de las más bonitas de donde vivo, pasear al lado del río viendo la luna reflejada en el agua me parece tan romántico que hasta saca mi vena tierna. Él ha empezado a contarme su vida, presente, pasada y futura. Yo me he limitado a escuchar, a comentar, a abrir los ojos como platos cuando algo me sorprendía, y a darle pequeños golpecitos en el brazo cuando se metía conmigo. Me he sentido terriblemente cómoda a su lado. No he pensado en nada mas, solo en ese paseo y en lo que me contaba. En el fondo de mi mente aún permanecían esos sentimientos encontrados del Ying y el Yang, pero he tratado de apartarlos.
Le he propuesto proseguir el paseo por una de mis zonas favoritas, el puente romano.


Mira que está muy oscuro y me salen colmillos me ha dicho... No tengo miedo. Y así convenciéndome a mi misma nos hemos adentrado. En el principio del puente un grafiti nos daba la bienvenida, no recuerdo muy bien las palabras pero decía algo así como "no conozco la derrota si tú estás a mi lado". Al leerlo hemos sonreído y hemos proseguido con el paseo. Esos silencios que en ocasiones resultan incómodos me parecían hasta increíbles, pequeños momentos que me permitían ir analizando lo que mis tripas comentaban.
A la cabeza dejé de hacerle caso hace mucho tiempo ya, y aunque a veces se planta y me agobia con sus pensamientos, trato de guiarme por lo que noto cuando mi corazón palpita.
Y así durante un buen rato hemos seguido hablando, de todo un poco. Os confieso que hay muchas cosas que me han sorprendido, anoche le aseguraba que noche y día nunca pueden juntarse, es algo imposible, y sin embargo esta noche mientras paseábamos he llegado a pensar que si hay un momento en que noche y día se juntan, cuando sucede un eclipse de sol. En ese pequeño instante, ambos se funden, noche y día y entonces todo surge.
Mientras él hacía la foto que os he puesto, yo apoyaba mi cabeza en su hombro, si, reconozco que le hubiera besado, sobre todo cuando se ha girado y me enseñaba la foto. Pero no lo he hecho, me he quedado quieta sin actuar. Y pienso que a él le ha sucedido lo mismo. Ha sido uno de estos pequeños momentos mágicos que te gusta atesorar.
Y hemos seguido andando. Ha decidido caminar cerca de las murallas, y así nos hemos adentrado por la zona vieja. Apenas éramos conscientes de lo que hablábamos, pero una sensación extraña me inundaba por dentro. Y entonces, justo en ese precioso lugar que tan bonitos recuerdos me evoca siempre, noche y día se han juntado. La luna había desaparecido puesto que las nubes la ocultaban, pero al cerrar los ojos y sentir sus labios una sensación extraña me ha inundado. Ese beso, ese beso que creía que no podría volver a dar. Y me he sentido bien, y reconozco que tras ese beso cuando su mano se ha acercado a mi cintura para abrazarme me ha vuelto loca. Esa caricia en la mejilla mientras caminábamos, y su cara que me lo decía todo. De hecho me lo ha comentado camino a mi casa, sonriendo me decía "debo tener una cara de tonto..." Y yo me imaginaba la mía propia. Durante el camino ya conocido las dudas ya no eran las primeras, ya no me preguntaba cómo me iba a despedir de él, ahora mis dudas serían si quizás esto se volvería a repetir.
Y en ese trayecto de dudas, un coche se ha acercado haciendo que nos apartemos para dejarle paso, y nuestras miradas han vuelto a encontrarse, y sus labios se han fundido con los míos. Él decía que le temblaban las piernas, y yo me reía. Podemos quedar el viernes si tú quieres, ya que el fin de semana tengo rodaje, pero me gustaría volver a quedar contigo. Lo vamos viendo, respondo... y esta vez, no sale huyendo como la primera, decide esperarse a que entre a casa, dejarme sana y salva en mi destino. Porque ante todo es un caballero, y quizás mi guardaespaldas preferido.
Una noche un tanto extraña, llena de recuerdos enmarañados y sorpresas esperadas. Un paso mas en mi vida, un paso mas que dar tras una experiencia nefasta.
Si, noche y día, sol y luna fundidos por un instante... que se asoman al precipicio sin saber cómo, cuándo ni dónde.

Mi consejo de hoy: No hay noche sin luna, ni día sin sol, pero si tenéis la oportunidad de disfrutar de un eclipse, no dudéis... quizás os sorprenda.

4 comentarios:

  1. Querida Gemma:
    Si bien es cierto que día y noche nunca se unen, (salvo en el eclipse), no es menos cierto que sería difícil poder vivir el uno sin el otro.
    No dudes ni te quedes a medias. La chica que describiste el otro día, le hubiera besaco cuando quitó la foto.
    Me alegra que le segunda cita haya resultado perfecta. Preciosa.
    Carpe Diem. Kiss.

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    1. Si, bueno, la verdad es que por mucho que intente pensar cómo pasarán las cosas, siempre algo se te escapa de la imaginación y hay que dar rienda suelta a los sentimientos en ocasiones, que la vida son dos días. Un besote!

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  2. -Eclipsadita,estoy,así que solo"otorgarte"un 10-nivel-10,pa TI,y otro pa la bendita máre que te parió,ese dia,en que naciste TU,y que sabrá Diós,que planeta reinaría.
    Para TI,y para tu mami...para que se recupere pronto,(cosa hecha,dado TUS,primorosos mimos y cuidados.
    Ahí va una porcioncita-exquisita de la tan injustamente denostada y arrinconada Copla, http://youtu.be/BaxEiIbgu9Q
    género que tanto admiro y respeto(como a TI) y que tantas buenas vivencias me ha regalado siempre, formando parte,
    de mi amplio gusto musical,(como TU,que música ERES)y,que me "acompañáis" en ésta vida mía,para
    hacérmela,mucho mas amena y llevadera.
    Siempre tuya,Caracola.

    -Hoy de champagne...besacos y mas besacos,para TI,de champagne..tengo el día caprichoso¡¡¡

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    1. Ole ole, pero que coplera es mi Caracola. En eso somos totalmente diferente, aunque respeto mucho el género. Y mira tú, esta que me has puesto tiene una letra muy bonita.
      Te voy a enseñar a una coplera que es de mi pueblo la chiquilla, a ver que te parece.
      http://www.youtube.com/watch?v=wJ13gSp94LU
      Por lo demás, me quedo con tus besacos de madraza.

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