domingo, 19 de mayo de 2013

Ferias y despedidas

Estos días anduve un tanto ocupada por varias razones, la principal era intentar organizar la despedida de soltera de una de mis mejores amigas y la otra ha sido por esto:


Ya el martes por la noche da comienzo lo que es el alumbrado, el pregón de las fiestas y comienzan los primeros conciertos.
Este ha sido uno de los años más atípicos en cuanto a lo que ir de ferias se refiere. La costumbre que se tiene aquí es salir desde por la mañana hasta por la tarde a las cañas, donde bebes y comes por la feria y ya entrada la tarde te vuelves a descansar para regresar a la noche ya arreglado y ver los conciertos, los cuales son todos gratuitos.
Por primera vez desde hace mucho tiempo tan sólo he ido a un par de conciertos y ni siquiera estuve todo el tiempo sino tan solo unas cuantas canciones.

Una de las principales razones ha sido el mal tiempo que nos ha hecho, tanto el frío como la lluvia, la cual ha caído en gran cantidad, lo que ha provocado que estas ferias estuvieran algo apagadas. Es mas, incluso el viernes que es cuando empieza a llegar mas gente de los pueblos de alrededor, vimos uno de los panoramas mas desoladores, conciertos sin apenas gente y casetas casi vacías por completo.
Hacia mucho tiempo que no recordaba unas ferias de mayo en las que tuviésemos que ir con abrigos de invierno, pero así ha sido.

Han actuado artistas como Tamara, India Martinez, Auryn, Jorge González, Miss Cafeína o los Hombres G entre otros.


Pero las ferias no son lo mismo sin las reuniones de amigos... aquellos que estamos lejos unos de otros por motivos de trabajo u otras circunstancias, nos reunimos estos días para contarnos anécdotas, reír y disfrutar juntos.
Además este año tuve un motivo mas de alegría, y es que durante las ferias celebramos la despedida de soltera de una de mis amigas mas querida. Puesto que se nos va a vivir fuera decidimos que lo mejor era celebrar la despedida en la que iban a ser sus últimas ferias, al menos como soltera.
La pillamos por la calle a eso de la una de la tarde del sábado y con unas plumas de su color favorito en la cabeza, la raptamos para llevarla hacia la feria. Allí le hicimos pasar un poco de vergüenza y luego nos dirigimos hacia el restaurante donde teníamos prevista la comida.

He de confesar que me lo pasé realmente bien. La comida estaba deliciosa y las jarras de sangría se vaciaban con facilidad, a pesar de que yo solo bebí agua.


A la segunda o tercera jarra de sangría los comentarios empezaron a gustarme mas, una de las casadas comenzó a comentar historias de su "querida" suegra. Lleva apenas un mes casada y decía estar hasta el último pelo de ella. Yo aluciné cuando nos contó que le había regalado un conjunto de tuppers y un buen día se los rellenó de comida y al final acabó pidiéndoselos de vuelta. Y una vez que ésta empezó, le siguió la futura novia con otras anécdotas muy graciosas también. Durante la comida llamaron a la novia, la llamada procedía de un supermercado de Aranda donde le decían que se habían encontrado un par de invitaciones de su boda en un carro de la compra. La novia alucinando nos miraba incrédula. Cuando nos lo contó no podíamos parar de reír, porque acto seguido tocó la llamada a su futura suegra para increparle sobre a qué tipo de gente entregaba las invitaciones.
La amiga que tenía a mi lado y yo nos reíamos de las historias y nos mirábamos pensando en lo a gusto que estábamos sin tener que aguantar todas esas movidas suegriles.
Tras el brindis y la entrega del regalo, regresamos de nuevo a la feria. No habíamos planeado nada a continuación, simplemente lo dejamos a la suerte, y lo cierto es que disfrutamos muchísimo. Compramos unos lazos que se iluminaban de varios colores y nos los pusimos en la cabeza. Estuvimos en varias casetas bailando sin parar de reír, nos encontramos con gente conocida que se unían a nosotras, y así poco a poco se fue pasando la tarde. Yo incluso llegué a ligar con uno de los negritos que venden cosas por la feria, según mi amiga porque al ver que mi pelo se asemeja al de su raza y soy blanquita de piel los conquisto.
Llegó la hora de cenar y nos tomamos unos pinchos en una de las casetas mientras esperábamos que comenzase el concierto de los Hombres G.

Apenas habíamos descansado pero tras el concierto seguíamos con ganas de festejar y de bailar todas, así pues continuamos un buen rato, pero a eso de las 3 de la mañana algunas estaban ya bastante cansadas y decidieron marcharse. Entonces yo, fresca como una lechuga, llamé a mi amiga "la loca", ella estaba allí con unas amigas y yo decidí unirme. Me despedí del grupo y a bailotear que me fui con ella, que además es con la que siempre acabo llorando de la risa y bailando como si no hubiera un mañana.
Fue vernos y decir: ¡vamos a por un ron cola! Y entonces de camino a la barra me encontré con una cara conocida. Nos miramos. Nos conocíamos pero no sabíamos si decirnos algo o no. Finalmente me paré y nos acercamos a saludarnos. La última vez que nos habíamos visto fue el año pasado en uno de los conciertos de la orquesta donde él tocaba y en una situación un tanto peculiar, puesto que la mayor parte de la orquesta estaba en calzoncillos. Empezamos a hablar... un resumen de nuestras vidas desde entonces. ¿Y tu novio? me preguntó. ¿Lo cualo? jajajajaja y viceversa, con idéntico resultado.
Quizás hablamos mas de lo esperado, quizás él pensó que yo llevaba unas cuantas copas de más, yo le vi algo mas serio que de costumbre, pero con esa sonrisa siempre atrayente.
Entonces mi amiga y su amigo se gustaron y empezaron a hablar, nosotros meros espectadores de esa casualidad nos reíamos de lo que estaba sucediendo. Él me contó parte de su historia, y yo la mía entre risas, un sentimiento común: la desconfianza hacia el género opuesto. Me decía que cuando salía ya solo pensaba en pasárselo bien, sin mas.
Otro corazón roto pensé.
En el fondo había algo que me atraía de él, como una sensación de protección hacia lo que yo también había vivido pero reflejada en sus ojos. Sin embargo nada mas pasó a parte de unas cuantas confidencias y esas miradas que no llevan a ninguna parte provenientes de corazones cerrados a cal y canto.
Nuestros amigos si que tuvieron ese algo mas que palabras que a nosotros tanto miedo nos da. Finalmente ellos se marcharon y nosotras seguimos nuestro camino, mi amiga con un teléfono mas para su colección y yo con mis pensamientos enmarañados. Se acercaba la alborada cuando decidimos que lo mejor para cerrar ese estupendo día era bailar nuestra canción. Y así atravesando un montón de gente conseguimos llegar hasta la mesa del DJ y tras hacerle unas señas él bajó hasta donde estábamos y mi amiga le pidió nuestra canción, nuestro "bara bara bere bere" con el que nos volvemos locas, mas si cabe.

Y cuando el DJ se subió de nuevo a su sitio, nos la puso y entonces casi llorando de la risa, empezamos a saltar y a bailar juntas. Fue el mejor momento de la noche, estábamos contentas y éramos felices. Ambas hemos pasado historias muy complicadas, pero ahí estábamos, riendo y sin acordarnos de nuestro pasado, solo mirando hacia delante cogidas de la mano.

A eso de las 6 de la madrugada decidimos concluir nuestra fiesta y nos despedimos del lugar...

Durante la noche varios pensamientos acudieron a nuestras cabezas, dudas y sentimientos extraños, pero ya todo había terminado, para algunas... quizás para otras estaba comenzando...

4 comentarios:

  1. Sólo te voy a decir una cosa en dos palabras (por si no lo sabías): eres alucinante.

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    1. No es para tanto, pero se agradecen los comentarios bonitos, y mas si vienen de ti linda mariposilla.

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  2. No te cierres en banda...... y menos al amor!! Quizás pase por delante de tí el verdadero y no seas capaz a reconocerlo. Quizás no quieras. Chi lo sa? Anécdotas de suegra tengo para dar y regalar pero esto será cuento de otro día. Por cierto, vaya fiestorrones que montais en vuestras ferias!! Ahí no se nota la crisis? Kiss.

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    1. Lo cierto es que si pasa posiblemente me pille tuiteando y no lo vea jajajaja
      Las anécdotas de suegras son muy muy interesantes a la par que graciosas, siempre que no sea tu propia suegra claro.
      La crisis también se ha notado en nuestras fiestas no te creas, antes los artistas que venían eran mucho mejores, pero en estos tiempos no vamos a ser tiquismiquis que encima que nos lo dan gratis nos quejamos. Un beso!

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