sábado, 11 de mayo de 2013

Noches de fiesta

Estos últimos fines de semana de lluvia y frío he estado demasiado perezosa para salir de fiesta, pero ahora cuando llega el calor y apetece salir a las terrazas a tomar algo, me gusta quedar con mis amigas y salir a ver que hay en las noches discotequeras.

Últimamente con quien mas he salido ha sido con una buena amiga que es de un pueblo cercano al mío. Como el suyo es más pequeño coge su coche y nos pasamos un montón de horas juntas. Primero nos vamos a cenar de pinchos por la zona de los bares. Es ese intervalo de tiempo que ha de hacerse hasta que las discotecas se empiezan a llenar de gente y se puede entrar sin ser observado detenidamente. 

Durante esos primeros vinos nos contamos que tal ha ido la semana en el trabajo, amor y salud, lo básico. Como nos conocemos desde hace bastantes años y hemos tenido una experiencia muy similar hace poco en el terreno sentimental, es inevitable en ocasiones hablar de sucesos del pasado y traerlos entre copa y copa. 
Ella es bastante guapa, aunque para mi todas mis amigas lo son claro, y cuando salimos las dos solas tengo la costumbre de decir que ella actúe de cebo y luego yo doy la conversación. Sin embargo este fin de semana me han llamado la atención unas cuantas cosas. 
Cuando llegamos al primer bar estaba repleto de gente y no tuvimos mas remedio que quedarnos de pie y apoyar nuestras copas en una cuba que hacía las veces de mesa. 


Mi amiga fiel a su vino blanco y yo a mi rosado. Justo en la barra dos parejas de chicos, unos un tanto extraños y estos dos que se visualizan en la foto, algo mas de nuestro gusto. Empezamos a tomar el vino y a reír pensando en qué hacer para llamar la atención de alguno. Mi amiga es la de las miradas, ella tiene la teoría de que si un chico la mira un par de veces ya se lo ha ganado. Yo tiendo a ser mas directa, porque no me gusta mucho perder el tiempo, pero la verdad es que estos pequeños juegos te alegran la noche. Mientras decidíamos cual de los dos nos gustaba a cada una, yo no perdía de ojo a los otros dos de la derecha, y es que no se por qué pero siempre he sentido debilidad por esas personitas menos agraciadas que tienen pinta de ser majetes. Durante nuestra charla y risas varias, una mesa quedó libre y decidimos trasladarnos a ella. De repente un camarero guapísimo salido de la nada se acercó hasta nuestra mesa al oír nuestras risotadas. Otro vino por favor, le dijimos. Y él sonriendo y mostrando la perfección de esos dientes suyos se quedó un rato mirándonos. Yo que no me corto un pelo giré la cabeza y le miré como intentando averiguar qué era lo que quería. ¿Ocurre algo? le pregunté. Y se marchó detrás de la barra a por los vinos mientras nos miraba de reojo.  
Cuando regresó volvió a repetir la misma escena, nosotras estábamos intentando llamar la atención de los chicos de la barra mientras comentábamos sucesos de nuestras vidas y él nos miraba. Entonces le llamé con el dedo índice diciéndole: psss psss ven un momento. 
Al acercarse a nuestra mesa le volví a insistir si quería algo y sonriendo nos dio dos piruletas. Me miraba fijamente y yo le devolví la mirada pensando "seguro que eso lo haces con todas, pero gracias". 
Y entonces los chicos de la derecha se disponían a pagar su cuenta cuando la camarera les ofreció otra cerveza por cuenta de la casa. Me sorprendió puesto que en ese bar no suelen regalar nada. 
Mi amiga seguía en plan miraditas con los otros, yo le dije que fuera a decirles un hola y que si querían sentarse a la mesa con nosotras, pero ella insistía que no. Entonces al acabársenos el vino decidí actuar yo. En lugar de esperar al camarero me acerqué a la barra a pedir y, entre medias de los dos grupos de chicos, mi insolencia y curiosidad me hizo hablar con los de la derecha. Así pues al que tenía mas cerca le pregunté qué le habían hecho o dicho a la camarera para que les invitase a otra cerveza, puesto que era algo raro. El chico algo extrañado se me quedó mirando y le comentó la pregunta a su amigo, el cual contestó que quizás era porque su amigo era guapo o porque se habia reído de los chistes que él estaba contando. Yo les dije que si le habían guiñado un ojo, mas que nada por probarlo y tal, pero ambos se rieron y me aseguraron que no. Cuando me sirvieron las copas de vino, al girarme camino a la mesa, sin querer le di un pequeño golpe a uno de los guapos del otro grupo, el cual se giró y le pedí disculpas y él me respondió con una sonrisa. Una barba de tres días, ojos azules y pelo y facciones rubias eran parte de su rostro. A simple vista me gustó, aunque los otros dos tenían su gracia. 
Regresé a la mesa sin chicos pero con dos copas de vino. Mi amiga había estado pensando en los planes a seguir esa noche y ya lo teníamos medio resuelto cuando apareció de nuevo el camarero. Yo estuve a punto de darle una nota que habíamos escrito en nuestro momento de chifladuras, para que se la pasase a los chicos de la barra. La nota decía así: 


¿Os sentáis a la mesa con dos chicas simpáticas? Tenemos piruletas... 
Sin embargo el camarero venía dispuesto a no dejarnos en paz, botella en mano nos propuso rellenarnos las copas y no de un tamaño normal, sino casi la copa entera. 
Al final mas alegres que unas castañuelas decidimos dejar a la pareja de chicos y salir a bailar. 
Ya en la discoteca una RRPP nos cogió por banda y nos invitó a un chupito, haciendo que nos quedásemos en esa discoteca la mayor parte de la noche. Una vez dentro mi amiga pone el radar y se dirige conmigo de la mano a dar lo que ella denomina "la zorrivuelta" consistente en dar una vuelta por la discoteca e instalarte en aquel hueco donde mejores perspectivas varoniles existan. 
Yo la verdad es que no me gusta salir con esas miras, sino mas bien disfrutar, reírme, bailar y pasarlo bien. Creo que si desde el principio empiezas a fijarte en lo que te rodea al final acabas haciendo cosas que no deberías, pero bueno, todo sea por animar la noche. 
Al poco de entrar se le acerca un tipo a mi amiga, normal... empieza a hablar con ella y me saluda a mi también. ¿Cómo te llamas? Oigo que le pregunta. Ella le dice su nombre amablemente y señalándome le dice el mío. Ésta es mi amiga Gema, escucho entre la música a todo volumen. Entonces él se acerca a sus amigos y decide presentarnos a uno de ellos, y me lo presenta a mi especialmente, mira Fulanito, ésta es Eva.... 
Yo riéndome de la situación le confirmo que si, que me llamo Eva y le doy dos besos. Nos dicen que nos invitan a algo pero decimos que no. Estamos un rato hablando con ellos y deciden ir al servicio. Mi amiga me dice que no le gusta y que nos movamos del sitio. ¿Pero sin decirles nada? pregunto. Claro, claro, si no nos seguirán. Y yo a pesar de haberme quedado parloteando con el amigo feo me da pena irme asi y me quedo remoloneando un poco por si acaso les veo, decir que nos vamos. Pero al no verles nos cambiamos a la discoteca de al lado. 
Nos estamos divirtiendo y sonriendo cuando mi amiga se me acerca al oído a comentarme algo. Justo en ese momento un chico bastante guapo se nos queda mirando, se pone detrás de mi amiga y le dice: ¿sois lesbianas? Yo al escucharlo puse una mirada en plan: piérdete capullo. Porque además era el típico chulo con pendientes a lo David Beckham que se cree el más guapo y al que todas le tienen que decir que si. Mi amiga le confirmó que sólo éramos amigas y entonces él siguió comiéndole la oreja. En un momento dado y viéndole venir le dije a mi amiga que había visto a otras de mi grupo y si quería quedarse con él yo me iba. No quería romper el rollo pero hay ciertos tipos de chicos que no soporto y ese era uno de ellos, mas aun cuando vio que yo quería irme y mi amiga venirse conmigo y llamó a un amigo suyo para presentármelo y que me mantuviese entretenida. Al pobre amigo ni le saludé y le dije a él que no me hacía falta que me presentase a nadie, que tenía a otras amigas allí y que me dejase en paz. Os puedo asegurar que hacia mi esa noche no tuvo ningún apelativo cariñoso seguro. Le dio su teléfono a mi amiga y nos fuimos a otra discoteca. Me comentó que le había gustado porque era muy guapo, pero yo le respondí que ese tipo de chicos no me gustaban en absoluto, que si quería ir era libre pero yo no podía apoyarla. 
Y entonces al cambiar de discoteca y tomarnos otro Gin-Tonic, de repente pasaron por la puerta dos chicos, uno de ellos agarró a mi amiga por la mano y sin preguntarle cómo se llamaba empezó a bailar con ella lanzándola a un lado y a otro del local. Estupefacta ante tal encuentro me quedé parada sin saber que hacer y cuando giré mi cabeza la sombra del amigo del bailarín me observaba. 
- ¿Qué pasa? me dijo, ¿es que no pueden bailar? 
- ¿Perdona? ¿Acaso yo les estoy cortando el rollo?
- Es que como les miras así...
- Hombre, es que la entrada de tu amigo no ha sido la mas normal del mundo... 
- ¿Tú no bailas? 
- Pues mira, no me apetece. 
- ¿Qué estúpida eres no? 
- Gracias, has acertado de pleno. Me alegra que me lo digas, se nota que se te dan bien las primeras impresiones. 

En ese momento y ante tal personaje decidí alejarme e ir al baño. Entonces me encontré a los primeros que abandonamos cuando ellos se marcharon al servicio. Sorprendentemente sólo me dijeron que no nos habían visto y que nos habían buscado. Yo puse la excusa de que había quedado con otras amigas y tuvimos que irnos. Durante ese rato me reí con ellos y al regresar de nuevo donde estaba mi amiga y su ligue inicial verla bailar con el otro me dijo: ¿y éste de donde ha salido?
Entonces pusieron una canción que me gustaba y yo me puse a bailar con ellos en su grupo, y fue cuando el "simpático" me agarró y me dijo: ah, si sabes bailar... ven aquí! y entonces me puse a bailar con él, pero no agarrada sino a mi forma, y él me observaba y miraba con otros ojos, se me acercó al oído y me dice: ves, esto es otra cosa... A lo que yo le contesté: mira niñato, no me conoces de nada como para decirme lo que me has dicho, es más ni siquiera te has presentado, no esperes que quiera bailar contigo, y si lo hago ahora es para que te des cuenta que lo hago mejor que tú pero que hasta aqui llegó la cosa, ahora me voy con aquellos de allí, que os creeis unos guaperas y lo que sois es unos imbéciles. Y me fui. 
Ya que me había llamado estúpida al menos que fuera con razón, eso si, que supiera lo que se perdía. 
El que bailaba con mi amiga empezó a charlar con ella preguntándole su nombre y si trabajaba y esas cosas. Ella siempre dice la verdad y me hace mucha gracia, porque yo solo se la digo a depende qué tipos. De hecho cuando me presentó a los primeros ya que ellos mismos me llamaron Eva yo seguí con la gracia y decidí hacerme forense. Otras veces he sido árbitro de fútbol de 3ª regional, bailarina y hasta veterinaria rural. Me encanta inventarme profesiones y mas aun cuando me preguntan qué es lo que hago. Soy una excelente actriz de monólogos improvisados. 
Lo mejor de la noche llegó cuando al móvil de mi amiga le llega un mensaje del chulo y le pregunta dónde estábamos. Ella que lo vio una hora después justo le estaba escribiendo la respuesta cuando aparece por detrás. Y le dice: oye, nos vamos a otra discoteca, ¿por qué no te vienes? Yo que la veo dudar me acerco a ella y le digo: mira, si quiere estar contigo se queda donde tú estés, no te hace ir donde él va. Nosotras acabamos de llegar aquí, como ve que tiene competencia te quiere llevar a su terreno junto a sus amigotes y separarte de mi, haz lo que quieras pero está claro que si quisiera estar contigo sería él quien se quedaría y le darían igual sus amigos. Finalmente me hizo caso y se quedó conmigo mientras que el chulo y sus secuaces se largaron con viento fresco, así como también lo hicieron los dos bailarines "simpáticos". 
Ya casi a punto de amanecer y cuando iban a cerrar, los primeros que encontramos nos preguntaron dónde íbamos a ir. Les dijimos que a nuestras casas, nos despedimos y nos subimos a un taxi. 

Al llegar a casa y ponerme el pijama empecé a recordar en mi mente todo lo sucedido, lo que me llevó a mi pasado en el cual tenía 20 años y los chicos no eran como son ahora. 
Quizás no vivo en la época adecuada, siempre lo he pensado, no estoy hecha para que me chuleen ni me asalten con excusas sexistas o me inviten a tomar algo. 
Pero hoy en día es complicado que alguien se te acerque y te diga un "hola, qué tal, me he fijado en ti y me preguntaba si querrías bailar conmigo..." es cierto, es algo totalmente irreal y lo se. 
Como también se que no me apetece en absoluto conocer a alguien cuyos músculos son mas grandes que lo que puede dar de sí una conversación conmigo. 
En ocasiones me siento rara, soy demasiado selectiva y todos me lo dicen, pero ¿acaso no debería hacerlo? Me resulta complicado vivir en la sociedad actual donde todo va tan rápido y yo a veces siento que quiero parar y no me dejan porque si lo hago la obsolescencia me mataría. 
Será complicado encontrar a una persona con la que mantener una conversación apropiada, que sepa divertirse y que le guste la vida sana y disfrutar como lo hago yo, por eso mismo no me preocupa demasiado, me siento bien siendo como soy, sin cambiar ni un ápice de mi y sonriendo a pesar de que los piropos que me digan sean todo lo contrario. 
Eso si, pienso sinceramente que muchos chicos deberían cambiar esa actitud que tienen hacia las chicas y tratarlas como simplemente nos merecemos. 
Este vídeo va dedicado a mi compañera de locuras en las noches... 


3 comentarios:

  1. Pues con este post a mí me ha pasado lo mismo. Me has hecho volver al pasado y recordar mis 20 años.......... que vida!!! Que lástima que se pase tan rápido todo!!!! No debes confundir ser demasiado selectiva con ser borde. Elegir no está mal, siempre que haya donde. Pero para pasar el rato bien, la noche, unas horas, pues no hay que ser tan "tiquismiquis". Todo lo que viene a la red es pescado (dice mi padre, patrón de pesca) jajajaja. Ahora, estoy de acuerdo también contigo en cuanto que si tiene los músculos más grandes que lo que puede dar de si su conversación........ buffff. DISFRUTAAAAA, vuélvete loca sin perder la cordura!!! Cada época de la vida tiene su encanto y la que tú vives ahora no volverá jamás. Kiss.

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    1. En ocasiones me planteo eso que me dices, el volverme loca y disfrutar, pero creo que ya pasé la edad en que hacía eso sin pensar demasiado en las consecuencias, aunque siempre he sido una chica con la cabeza bien puesta. Sin embargo ahora me da pereza casi todo, incluso a veces el conocer a personas que se que no me van a aportar nada, y no es que sea tiquismiquis, es que eso lo veo venir, tengo claras muchas cosas entre ellas lo que quiero y lo que no, quizás a veces me sorprendo a mi misma sin embargo y puesto que no me equivoco demasiado ya dejé esas locuras para tiempos pasados. Se que esta edad no volverá, pero tampoco me apetece tirarla por la borda de alguna manera. Todo lo de la red es pescado, pero el recoger la red llena de pescados y luego tener que tirar por la borda la mayoría porque no sirven...me provoca cansancio. Y posiblemente me quede así por siempre debido a este carácter mio, pero llega un punto en que es lo que menos me importa. Gracias por tu otra visión de los hechos querida galleguiña!

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  2. Tienes muchísima razón en todo lo que dices. Si tú lo tienes tan claro, es maravilloso, pero cerrarse en banda o resignarse que quedarás así debido a tu carácter, no me parece lo más propio de la Gemma que "conozco". Es lo que quieres? Si la respuesta es "si", no hay más que hablar. Ya me gustaría a mi no confundirme tanto en cuanto conozco a una persona. La verdad es que siempre doy una primera oportunidad a todo el mundo. Mi intuición en las primeras impresiones anda algo atrofiada. Kiss.

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