miércoles, 10 de julio de 2013

Gastos (in)esperados

Llevamos ya 10 días de pleno verano, con temperaturas que nos rondan los cuarenta grados y sin vistas a empezar las vacaciones.
Este año no tiene pinta de que pueda viajar debido al exceso de eventos que me han ido surgiendo a lo largo de estos meses, eso y que cinco bodas tienen la culpa de que mis ingresos se vean mermados en gran parte por todo lo que ello conllevan, despedidas, regalos, vestidos, hoteles y el dinero a desembolsar.
Parece ser que el 2013 va a ser el año de las bodas, por lo visto hay pocos supersticiosos a mi alrededor y no los culpo, que si tienes ganas de casarte pues lo haces y una cosa menos, pero cuando se te junta todo...
A las bodas y demás eventos me ha surgido un cambio obligado de mis elementos de la cocina. La semana pasada la lavadora dijo: hasta aquí he llegado, ya no te lavo más. Y dejó de funcionar. Al mismo tiempo mi querido frigorífico empezó a sugerirme que quería jubilarse y la vitrocerámica anda por el mismo camino ya que cuando pongo a freír cualquier tipo de alimento, la muy... "vitro" se pone a tope de calor a pesar de que la tenga en el mínimo y el aceite hirviendo es cuando se me posa en la piel y me crea una quemadura de grado dos que queda preciosa para lucirla en verano.
Y qué os voy a contar de mi horno, el cual funciona siempre a la misma temperatura, unos 220º C aproximadamente y así pasa, que cuando quiere me quema las tartas o si lo apago por el excesivo calor me las deja crudas por dentro.
Si, de cuando en cuando toca una reforma generalizada del hogar, incluso de uno mismo, porque en verano hay que lucir nuestro cuerpo esbelto y siempre perfecto, sin un solo pelo, con un moreno envidiable en todo el cuerpo y sin marcas, un corte de pelo a la moda y una ropa adecuada y sandalias fresquitas. Además es cuando aprovechamos para ir al dentista a hacernos esos apaños varios...
En definitiva, es una relación inversamente proporcional. A menos ropa más dinero nos gastamos.
Yo soy mas del invierno, de la manga larga aunque no de los abrigos. No me gusta estar la mayor parte del día sudando y tampoco ir a la piscina cada tarde a refrescarme. El aire acondicionado me hace mal a la garganta y me duele la mano de abanicarme. Las noches se me hacen eternas esperando que una brizna de aire entre por mi ventana. Pero también es cierto que adoro salir a tomar algo y sentarme en una terraza con un tinto de verano hasta las tantas y que me gusta tomar helado.

En ocasiones tengo ganas de ausentarme de todo por un tiempo, es difícil desconectar pero se hace. Sueños que te llevan a un lugar lejos donde sólo estás tú, una casa de madera con vistas a un lago y una montaña de fondo. Tienes una terraza enorme donde tomas tu café y junto a un montón de hojas en blanco comienzas a escribir, sin ordenadores, móviles ni televisión. Usar como cámara de fotos tus ojos para que los paisajes queden inmortalizados en la retina y puedas recuperarlos en cualquier instante. Sueños de verano...


Sin embargo si está en nuestros sueños es porque existe y lo podemos hacer realidad. Esa imagen anterior que he descrito la llevo dentro de mi durante años, se exactamente cómo es y cada uno de los detalles. Buscando en internet he encontrado algo parecido y quién me dice que no haya algo igual a lo que tengo en mi imaginación.

Como detalle curioso de la tarde de hoy, me han enviado una foto del bolso del payaso que vi en la última boda en la que estuve. La foto me la envía una tuitera a la que tengo mucho cariño desde Barcelona, y me informa que este bolso parece ser una copia de un original de la marca Braccialini. Éste en concreto mostraba la cara del payaso triste por un lado y sonriente por el otro y costaba 50€.


Los originales cuestan alrededor de los 1.000 €.
Os dejo la página web porque es genial y tienen de cada bolso con formas curiosas que os vais a sorprender:
http://www.braccialini.it/esp/es-es

Yo cuando me he enterado de todo esto, no soy muy fanática de los bolsos la verdad, no he podido otra cosa que asombrarme y reírme pensando en que el día de la boda hice comentarios graciosos acerca del bolso y resulta que era algo exclusivo... ¡Qué cosas!

Sin embargo y por mucho que me hayan llamado la atención algunos de estos bolsos, prefiero cambiar mi horno que comprarme uno de estos, pero para gustos... ¡los payasos!




2 comentarios:

  1. Miedo me da que se empiece a estropear algo...... los demás le siguen en cadena. Desde luego tienes los electrodomésticos hechos unos zorros....... con los gastos que generan las cinco bodas te quedaba una cocina 10!!! Pero en fin, tocará apretarse un poco y da para todo.... al fin y al cabo ¿¿"sólo" se trata de dinero no?? ¿¿Para qué se quiere?? P.D. Yo también cambiaría el horno antes que comprarme el bolso. Kiss.

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    1. También te digo una cosa, que los electrodomésticos de hace 15 años no son los de ahora, estoy cansada de oír mucho A++ y que consumen poco y gastan menos pero veremos si me duran la mitad de tiempo que los que yo tenía. Y nada, como bien dices unos van detrás de otros... algún día tocaba pero parece que desembolsar el dinero en verano cuesta mas sobre todo cuando esos gastos los pensabas dedicar a otros menesteres. Besicos.

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