lunes, 19 de agosto de 2013

Fotos

Os contaré algo de mi... siempre llevo una cámara de fotos en el bolso. Quizás os parezca una tontería, y mas ahora que todos los móviles tienen cámara y puedes disparar en cualquier momento. Sin embargo la imagen es distinta y por ello y como apenas ocupa espacio, es algo tan indispensable como llevar un paquete de pañuelos en invierno.
Esta mañana al salir a la calle he visto un grupo de excursionistas por el centro histórico, con sus móviles, cámaras, ipads y demás chismes fotografiaban todo lo que estaban viendo. En ocasiones me pregunto en cuántas fotos habré salido sin darme cuenta...
Las fotografías dejan grabados esos momentos que nuestros ojos mantienen en su retina durante escasos segundos haciendo que sean eternos.
Recuerdo cómo en una de las bodas que estuve, el fotógrafo se dedicó a hacerme fotos cada vez que yo cogía mi cámara y hacía una. Fotografías de fotografías.
Y es que con esto de que pueden almacenarse miles de fotos sin ocupar apenas espacio, nos dedicamos a fotografiar cualquier cosa que veamos, fotos de pies, de animales, de comidas... fotos de fotos.
A mi siempre me ha gustado disparar a traición, capturar ese pequeño instante en el que nadie se da cuenta que lo estás mirando. Captar sonrisas robadas o tristezas que lo inundan todo.
En toda foto siempre hay algo que la hace única, esa pequeña imperfección que cuando aprietas el botón todo está precioso y sin embargo cuando la haces grande está ahí. Una persona que se ha metido, un dedo que no debería aparecer o esas motas de polvo que a saber de dónde salen.
A través de las fotos hemos podido contemplar momentos de nuestra historia que de otro modo no hubiera sido posible.
Se han hecho cosas increíbles gracias a la fotografía, ya que dependiendo de cómo coloques el objetivo así tendrás una percepción u otra de esa realidad que se quiere mostrar.
Hoy de casualidad me enteré que es el día mundial de la fotografía e investigando un poco sobre el tema me he informado que la primera fotografía de la historia data del año 1826.


Quizás no es demasiado bonita, fue realizada por Joseph Nicéphore Niépce, un francés que miraba desde la ventana y decidió reflejar lo que veía. Quizás, de saber que iba a ser reconocida como la primera foto de la historia hubiera ido al mar, sin embargo decidió fotografiar lo que tenía delante de sus ojos sin preparar nada.

La fotografía tiene el poder de contar historias que permanecerán en el tiempo, de hecho cuando veo fotos pasadas recuerdo los sentimientos que ese día tuve. Mis enfados, mi cara de pocos amigos, o esas sonrisas que me indicaban que era la mas feliz del mundo. Una de mis fotos favoritas es ésta:


Es un amanecer en la Malvarrosa el día de mi vigésimo sexto cumpleaños a las 6:36 de la mañana. Transcurridos ya cuatro años de tal acontecimiento, veo la foto y en cada poro de mi piel noto el frío de esa madrugada, la arena acariciando mis pies y las sonrisas que el mar se llevó ese día.

La fotografía no cambia la realidad pero si la enseña, y hasta nos la recuerda eternamente por mucho que no queramos verla.

Precisamente esta mañana leía un artículo de Albert Espinosa en el cual decía esta frase:

"Si os dais cuenta la vida tiene mucho que ver con la organización al crear la foto perfecta… Está el que no quiere salir, el que no sonríe, el que falsea la felicidad, el que no mira de frente y el que está fascinado con ese instante y lo vive… La vida resumida en un clic… No hace falta saber nada más de las personas, se adivina todo viendo como te colocas en una foto…”

Personas y fotografías... ¿curioso verdad?  

FELIZ DÍA DE LA FOTOGRAFÍA.





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