martes, 2 de abril de 2013

Cosas de pueblo

He venido a mi pueblo a pasar las vacaciones de Semana Santa. La verdad es que he estado un poco desconectada y es que volver a las raíces siempre invita a regresar al pasado sin remedio.
Lo primero es estar con la familia, que desde Navidad no los veía y se echa de menos esas comidas y cenas familiares llenas de bullicio y comentarios que no sabes de qué parte de la mesa te llegan.
Este año la Semana Santa ha estado pasada por agua, y a pesar de que tan solo una de todas las procesiones no ha salido, el mal tiempo y el frío ha hecho que no haya sido tan devota como otros años y no  haya acompañado a las imágenes los primeros días.
Me gusta mucho la Semana Santa de mi pueblo, lo reconozco. La gente lo vive con especial pasión sin llegar a ser tremendamente exagerados. Si llueve la procesión no sale y no pasa nada, el tiempo es impredecible.
Hay imágenes muy bonitas que año a año y cuando hay dinero se mejoran poco a poco.


También tenemos dos bandas de música que acompañan las imágenes y que lo hacen muy bien, a mi me gustan mucho los que llevan los tambores, aunque es difícil ir a su lado.


Siempre hay alguien que conozco en las procesiones, antiguos compañeros del colegio o madres de amigos con sus mantillas y rosarios. Aunque con el paso del tiempo las nuevas generaciones se me quedan muy lejanas. Yo me fui del pueblo cuando tenía unos 13 años, me cambié a otra ciudad y aunque sigo yendo en vacaciones ya no es lo mismo.

Estos días de vacaciones también son días para quedar con los amigos de siempre, aquellos que seguimos manteniendo la amistad desde el colegio, y que nos vemos pocas veces al año. Quedadas con sorpresas incluidas, esta vez una muy bonita:


Si, llegar al pueblo y ver que tus amigos se casan es algo que va sucediendo sin apenas darte cuenta. Eso te trae recuerdos y en ocasiones hasta te pone algo triste, pero te sientes muy feliz por ellos y mas cuando son dos personas a las cuales les tienes un cariño inmenso. Que te digan que se casan el día que celebras tu 30 cumpleaños también es digno de ser mencionado. Yo esperaba hacer una fiesta a lo grande, y me han cambiado los planes, aunque a lo grande seguirá siendo porque voy a tener una tarta enorme seguro, además barra libre y una buena cena. Si, va a ser un gran cumpleaños seguro.

En ocasiones paseas por el pueblo y ves cómo hay cosas que no cambian, el panadero sigue yendo por las calles cada día pitando y las mujeres con sus zapatillas de estar por casa salen a coger el pan y comprar las magdalenas. Sigues viendo a los mismos jubilados de siempre que se pasan las tardes en lo que en mi pueblo se denomina "La Sociedad", donde se reúnen para echar unas cartas y tomarse un café o un carajillo.
También me gustan los típicos dulces de Semana Santa de mi pueblo, allí no son de torrijas, se hacen tortillas, flores, rosquillos y tirabuzos. Mis tías son las encargadas de hacer todo esto, cuando saben que vamos a ir al pueblo se ponen a hacer durante toda una tarde estas cositas tan ricas y yo que las disfruto en la medida que puedo.


Me encantan los días familiares, siempre nos reunimos en la que era la casa de mi abuela y donde ahora vive una tía mía. Mi abuela siempre decía que le gustaba vernos a todos juntos y la verdad es que es muy bonito cuando nos reunimos todos con nuestros problemas, nuestras historias, y cada uno siendo feliz en la medida que puede pero siempre juntos.
Todos tenemos nuestro sitio en la mesa. Yo siempre la presido, aunque llegue tarde siempre tengo mi sitio de preferencia guardado. Desde que recuerdo me siento en el mismo lado y eso que soy la más pequeña. A mi izquierda siempre tengo a mi primo, el soltero de oro del pueblo, y a mi derecha a mi tía la loca, bueno, no es que esté loca, es que no para de decir tonterías y a mi me encanta.

Lo de mi primo es algo digno de mencionar. Tiene 40 añitos recién cumplidos y en mi casa no paran de buscarle novia. Tengo tres tías, con mi madre son cuatro. Pues cuando se ponen en plan Celestinas a buscarle apaño no hay quien las pare. Un día es la cajera del banco, y le instan a que vaya a hacer los ingresos y hable con ella. Otro día la trabajadora social del Ayuntamiento y cualquier día me lo lían con mi vecina solterona de 64 años. El pobre ya lo tiene asumido y se dedica a hacer chistes sobre el tema.
Yo ya le tengo dicho que no se preocupe, que al paso que llevo yo con los novios un día nos vamos a vivir juntos y a nuestras anchas.

Algo muy típico en mi pueblo en estas fiestas es ir el domingo a la procesión del Resucitado. En esa nunca fallo. Aunque el sábado me acueste muy tarde, los domingos por la mañana a las 8 ya estoy en pie. Me gusta porque es bonita, sale la imagen del Resucitado desde la Iglesia antigua y la de la Virgen desde la otra Iglesia y se encuentran ambos en la Plaza del Ayuntamiento.



A la Virgen le quitan el manto negro y la dejan en todo su esplendor. Tras unas palabras del cura tiran una pequeña traca y la gente empieza a correr, pues los petardos en mi pueblo como que no gustan demasiado.
A continuación se hace una misa, este año la verdad es que fue bonita. La Iglesia se llena y el cura agradece a todos la presencia y a los cofrades los esfuerzos realizados. Este año estaba chistoso y estando en la homilía contó cómo no nos queremos morir y lo dijo con un chiste, fue a dar una extremaunción a una mujer muy mayor y le decía que no se preocupase que iba a ir a la casa de Dios, y la pobre mujer que no quería irse le dijo: si Padre, si me parece muy bien, pero como en casa de uno en ningún lao.
Luego al ir a echarnos el agua bendita a todos los asistentes, de repente le dio por coger el agua directamente desde la pila bautismal donde estaba y lanzarla con las manos como si estuviese en una piscina diciendo: ya que hoy no nos ha llovido en la procesión pues nos mojamos dentro.
Y tras todas las anécdotas, a continuación nos invita a todo el pueblo a desayunar a su casa. Todos estamos invitados a tortillas con chocolate, que sientan muy bien tras habernos levantado a las 8 de la mañana y estar con el estómago vacío.


El sacerdote se coge su vasito de chocolate y a mojar tortillas se ha dicho. Cuando se acuerda de bendecir los alimentos ya lleva unas cuantas en el estómago. Es muy gracioso. Y después de esto cada uno se marcha a su casa a proseguir con el día.

Y el domingo suele ser día de regreso para todos los que solemos ir a pasar las vacaciones, pero este año me he quedado un día mas y hoy martes he regresado de nuevo a la civilización.
Lo cierto es que cada vez que voy me cuesta mucho regresar, porque me encanta cuando cenamos todos juntos y a mis tías les da por contar historias de cuando iban al colegio y si no se sabían la lección las encerraban en un corral con un gallo que les picaba, las anécdotas de mi primo en el trabajo y las risas compartidas.
En ocasiones las historias parecen las mismas, pero siempre hay algo nuevo que desconoces y te quedas asombrada. También echo de menos mis recuerdos, mis cosas que no puedo traerme al piso. Este año me quedé mirando los cuadros que cuelgan de las paredes de mi casa y me pregunté por qué abandoné la pintura, como tantas otras aficiones que he empezado.


Este cuadro era uno de mis favoritos, me costó mucho trabajo hacerlo y a pesar de que nunca lo vi terminado del todo, mi perfeccionismo es algo innato en mi, cada vez que lo miro me veo reflejada en él, por muchas cosas. Tengo cuadros muy diferentes, de hecho la segunda planta de mi casa parece la versión cultural de un salón porno y es que sólo tengo cuadros de desnudos.


He tenido muchas etapas, pinturas negras tipo Goya, impresionistas, abstractas... pero al llegar a la ciudad lo abandoné y me dediqué a estudiar y ya apenas pinto.
Y al verlos de nuevo me dan ganas de coger el lienzo y las pinturas y salir al aire libre a dibujar. Quizás este verano me lo proponga en serio.

Mi casa la tengo llena de recuerdos de todo tipo, desde lo que fui de niña hasta lo que he sido y soy ahora. Fotografías de los viajes, medallas, muñecas, libros que me han marcado, pinturas, peluches y regalos de personas que me han marcado un antes y un después.
Por eso cada vez que voy un halo de tristeza me inunda un poquito y a pesar de las risas y los encuentros con la familia y amigos, siempre una lagrimilla se me cae cada vez que miro alguno de esos recuerdos.

Y hoy, tras casi cuatro horas de autobús ya estoy de nuevo en mi ciudad. Ya me han pillado mis amigos por banda para irnos a tomar unas cervezas y ver el partido, y ya estoy de nuevo delante de mi ordenador para contaros que vuelvo a la rutina diaria.

Mi consejo de hoy: Disfrutad a cada instante de la familia, pues los recuerdos que se atesoran en cada una de esas reuniones se recordarán toda una vida.

6 comentarios:

  1. Debido a circunstancias de la vida, nunca tuve un pueblo al que volver con familia que me rodee de cariño y anécdotas. Así aprendí desde bien pequeña que la familia y los recuerdos se guardaban mejor en imágenes de la memoria, en fotos y objetos, sus olores, mis sentidos...
    Por eso, a veces siento una punzadita sana de envidia, porque en mi vida nómada, siempre deseé un sitio donde guardar todo eso que en el camino a veces se pierde: un pueblo, un hogar.
    Como siempre bella la descripción de tu mundo. Gracias por compartir.
    Un beso :*

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    1. Recuerdas el anuncio del Aquarius? Pueblitos buenos... pues yo cuando quieras te adopto, en mi pueblito y en mi familia, que sabes que te tengo mucho cariño y tenemos mucho amor que dar. Atesora bien esos bonitos recuerdos, fotos, objetos y hasta olores como dices, porque permanecerán siempre.
      Que no te de envidia, porque todos atesoramos cosas bonitas, y tú lo eres mucho. Un besico enorme.

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  2. No hay como volver a casa, el bullicio de la familia, comidas , volver a ver a los amigos. Yo hecho de menos días como el Domingo de Resurrección, nos reuníamos todos en casa de mis padres (tíos, primos, hijos de primos) a comer hornazo y beber limonada. No había forma de mantener una conversación si no era gritando...
    Desde que murió mi madre no se hace. Este año no he comido ni hornazo... así que disfrútalos, que estos tiempos no vuelven. Serán otros, pero éstos ya no.

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    1. Es una penica que esas cosas pasen, yo recuerdo que antes de morir mi abuela siempre decía que cuando ella no estuviera quería que los hijos y nietos nos siguiéramos reuniendo allí, y así lo hacemos. Y qué mejor para comer hornazo abulense... Espero que al menos para las próximas fiestas podáis hacerlo. Un saludo.

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  3. Muy bonito este post. Me encanta la familia y todo lo que sean reuniones familiares. No entiendo como muchas personas, cuando es para reunirse en fiestas con la familia, no van o simplemente van por obligación o quedar bien. Añoro a mis abuelos y las fiestas en su casa con mi tío y mis primas. Lo mejor es reunirnos un día de fiesta en casa de mis padres, al menos para mí. Es muy bonito lo que me transmites de tu pueblo. Las procesiones. La longevidad de la gente (los jubilados siguen siendo los mismos, jajaja). Creo que tienes una familia realmente maravillosa y no me extraña que te tengan reservado ese puesto en la mesa. Serás la pequeña, pero tienes carácter. Genio y figura. Desparpajo. Y qué decir de tu primo.....porque estoy casada sino me iba ahora mismo a conocer a ese soltero de oro, jajajaja. Qué agobio para el pobre que no dejen de buscarle novia......supongo que lo tendrá asimilado. Y el cura.....un cachondo mental. Espero que no le cayera el agua por la cabeza, a la típica señora que se va a la pelu para ir ese día de fiesta impecable y le fastidiara los 30€ que pagó por su peinado, jajajaja. Y lo de la pintura tendrás que retomarlo.....sé que tienes poco tiempo, quizás cuando te jubiles, pero tienes que dejar salir toda tu creatividad y plasmarla en eses lienzos. Gracias por seguir contándonos tan bien tu día a día. Eres fantástica. Kiss.

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  4. Cómo te gusta sacarme punta al lápiz eh galleguiña? jajaja
    Pues si, los jubilados para mi siguen siendo los mismos, porque desde que recuerdo he visto las mismas caras, y es que ya sabes que como en los pueblos no se vive en ningún lado, asi que no me extraña que sean tan longevos. Si, es muy bonito el concepto de familia y todo lo que engloba la verdad, yo estoy super contenta de la mía, y de todo en general. La verdad es que el cura tiene lo suyo, ese día se vino arriba con esto de la Resurrección y vengaaaaa Eso mola mucho. Y sinceramente, creo que a quien tiró el agua encima fueron a las mas arregladas, que son las que se ponen en primera fila jajaja
    Un besazo enorme y sigue con esa opinión tuya de la familia, que a mi también me encanta.

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