sábado, 3 de agosto de 2013

El poder de una sonrisa

La capacidad que tiene el ser humano de hacer sentir es impresionante. Me explico. Puedes tener un día horrible pero si alguien a tu alrededor te dedica unas palabras bonitas y te muestra una sonrisa sincera, tus males pasan a un segundo plano de forma instantánea.

Llevo unos días de vacaciones, en el pueblo. Lo cierto es que cada día me esfuerzo por evitar mantener vivos recuerdos que se que me hacen daño, pero tampoco puedo evitarlos.
Hace poco hablaba con una amiga y me proponía un plan. Resulta que ella trabaja en la oficina de correos de un pueblo cercano al mío. En su oficina, el director parece ser un hombre un tanto gruñón y desconsiderado. Por lo visto tiene un hijo, mas o menos de mi edad, que da la casualidad de que es el director de la oficina de correos de mi pueblo.
Ella no lo conoce, sólo a través de las palabras de su padre, pero dado mi aburrimiento estos días hicimos un trato. Me contaba pequeñas cosas que sabía de él y yo me intentaba hacer su amiga. La idea era graciosa y tenía su punto de la típica travesura que me encanta.
Yo tenía todo planeado, anotados sus gustos e incluso esas primeras frases con las que comenzar cuando desconoces a una persona. Mi idea era ir hasta la oficina de correos con una excusa y cuando lo viese entablar una conversación con él y si se daba el caso y por qué no, ir a tomar algo.
Todo iba bien, mi esquema mental estaba organizado cuando hoy al fin me armé de valor y fui a correos. Al llegar una chica nueva me dio la bienvenida, por un momento sospeché que pudiera estar en el interior de la oficina, pero no parecía ser el caso. Cuando me tocó mi turno pedí un sobre, de estos verdes acolchaditos que me gustan a mi. De paso pregunté por él, y la chica muy amable me indicaba que se había cogido todo el mes de agosto de vacaciones. Mi gozo en un pozo.

Un tanto abatida regresé a casa, ya todo volvía a la normalidad. Con un poco de suerte, por la tarde no haría excesivo calor y podría ir a la piscina a darme un baño.
El día ha transcurrido así, levantarse tarde, ir a comprar, comer, siesta, piscina y poco mas.
En ocasiones nada interesante nos pasa, sin embargo tras hacerme diez largos en la piscina y esperar que el sol se ocultase, un sentimiento de desolación me embargaba.


Yo que soy muy activa, que no paro de hacer cosas a diario, me encontraba inundada de recuerdos de los que no podía salir y apesadumbrada por no poder hacer nada.
Tras la cena intenté convencer a una amiga para salir a tomar algo y dar una vuelta por el pueblo, pero no había manera. El viernes noche parecía estar muerto. Fui a casa de mi primo para ver qué estaba haciendo y poder charlar un rato con él, y ya andaba metido en la cama...
Todos los astros se alineaban en mi contra. Sin embargo alguien queda siempre.

Convencida de que encontraría a alguien al otro lado de mi twitter vi que unos cuantos pasábamos la noche del viernes entre las redes. Hay veces que pienso que mi madre tiene razón y que estoy enganchada a esta red como si de droga se tratase, pero ya que por aquí hay poco movimiento en la vida real pues nunca está de más pasarte al 2.0 aunque sea en fin de semana.
Y son estas noches calurosas cuando das con personas agradables cuya vida está unida a la tuya de alguna forma. Siempre encuentras un punto común desde el cual partir, ya sean malas experiencias, recuerdos dolorosos, gustos por el cine o simplemente la necesidad de querer sonreír en un momento en que por ti mismo es complicado de que se haga.
A través de pequeñas conversaciones te das cuenta que tus sentimientos no son los únicos, que hay gente que tiene sus propios pesares y los muestra. También vives relaciones, ves como personas que hasta hacía muy poco lloraban por compromisos fallidos, ahora suspiran por ilusiones nuevas.
Y te preguntas en qué punto de tu vida te encuentras, qué paso deberías dar para continuar, y lo cierto es que no hallas la respuesta.
Pero a través de tus comentarios ves cómo alguien sonríe, y te agradece que hayas hecho posible esa sonrisa cuando mas lo necesitaba. En ocasiones hasta algún piropo que otro se escapa, muestra de ese sentimiento que en tu interior palpita. Y te das cuenta.
Te das cuenta de que todas las personas tenemos la capacidad de hacer sentir bien a los demás, que no solo sirve el contar malas experiencias con la idea de consolarnos sino que unas palabras a tiempo te hacen sentir como si en ese momento fueras únic@ y especial.
Todos hemos conocido personas que nos han hecho sentir así, sin embargo con el paso del tiempo de una u otra forma hemos cambiado y lo que antes nos hacía estar en la gloria pasa a ser una pesadilla.
Parece ser que todo en la vida va por etapas, hay momentos que puedes sentirte muy unido a alguien y después ver cómo todo eso que antes os hizo inseparables hoy no es posible. Cada cual somos muy diferentes, eso está claro, y nuestro carácter es tal que es difícil amoldarnos al de los demás y ponemos excusas sin darnos cuenta que el amor, el cariño y la felicidad que requerimos para nosotros mismos hemos de darlos a los demás también, y que no es nada difícil, simplemente hay que dejarnos llevar...

Es de madrugada y este post quizás no tenga demasiado sentido, pero es que no podía dormir a gusto sin escribir lo que dentro de mi cabeza albergaba.
Esta noche he sentido ilusión, ganas de sonreír y reconozco que hasta los ojitos se me han achinado mientras leía comentarios hacia mi que provocaban pequeños saltitos en mi corazón estropeado.

No es que sea enamoradiza con facilidad, es que creo que las personas tenemos un poder enorme para hacer que seamos felices, que quizás para mi con que me llamen princesa de cuento maravilloso ya me haces soñar e igual a otra persona no, pero todos y cada uno tenemos un punto en el cual nuestra sonrisa se empieza a ensanchar por momentos, el descubrirlo quizás es parte de uno mismo, pero lo mas seguro es que no lo conozcamos hasta que alguien nos lo muestre y nunca se sabe si tú puedes ser el alguien de esa persona... Feliz fin de semana.



1 comentario:

  1. Un post precioso. Una realidad. Feliz semana. Para mi va a ser muy, muy especial. Espero que para ti, al final de ella, también haya sido especial. Kiss.

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