miércoles, 20 de agosto de 2014

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Por lo visto tengo que coorganizar una despedida de soltera para una amiga que se casa dentro de unos meses.
Ayer vinieron sus amigas e intentamos poner en orden ideas básicas sobre gustos y lugares. Algunas de ellas no me conocían y no sé si les causé un gran impacto o es que tienen la costumbre de mirar a la gente como si fueran Özil, pero cuando saqué el tema de los putos y acabó derivando en otros palabros un tanto sexuales, lo mínimo que hicieron fue taparse la boca y cambiar el tema de conversación. 
Pero en serio, ¿quién no conoce la expresión "bajarse al pilón? Deberíais ver la cara que pusieron las muchachas cuando abiertamente les expliqué lo que significaba. 
Y yo que me he vuelto muy deslenguada y de decir lo que me viene en gana pues iba a lo mío. 
¡Hay que seguir las tradiciones, se le pone un pene en la cabeza y nos vamos de putos!

Obviamente no soy tan radical y sinceramente a mi no me gustaría que me hicieran eso, bueno lo de los putos me da igual, pero lo del disfraz y el pene en la cabeza no. 
Por tanto, tratamos de llegar a un consenso y nos acordamos de la película 8 apellidos vascos y la idea nos gustó, irnos a alguna ciudad española vestidas de flamencas y darlo todo. Yo pensaba en la película y me hacía gracia la idea de hacerlo al contrario, en lugar de llevar una vasca a Sevilla vestida de sevillana, llevar a la sevillana a Bilbao en plenas fiestas. Eso debe ser un puntazo. Y ya si pillamos un puto que venga vestido de ertzaina pues ¡ aiba la ostia patxi ! 

Mi amiga no está muy por la labor de que yo tenga mucho que ver en la organización ya que sabe que de mi puede salir cualquier idea loca, pero si no disfrutas las despedidas ¿qué otra cosa te queda? Porque si alguien me dice el día de la boda, me río en su cara y hago doble salto mortal con tirabuzón. 

Y mientras preparo todo esto en mis días de vacaciones he pensado en una idea que me gusta. El año pasado tuve que asistir a una boda en la que no estuve nada cómoda, bien por las circunstancias o porque no se me trató como esperaba, el caso es que acabé la noche metida en una bañera de hidromasaje llorando hasta que entró la madrugada. En esa boda la persona que más me ayudó fue precisamente la que se casa este año y claro, he llegado a la conclusión de que igual me pasa lo mismo o algo peor y para evitarlo estoy pensando en llevar un acompañante a la boda. 
Como no tengo novio la idea es encontrar a un chico en tres meses que pueda servirme de compañía y con el cual me ría y me lo pase bien. Que igual si nos vamos a Bilbao le pongo al puto burundanga en una copa y me lo traigo secuestrado, no descarto ideas. 
Pero mi cabecita loca ha estado pensando... con lo maja que soy, comida gratis, barra libre y estancia de fin de semana en un lugar idílico de la Mancha... ¿quién no va a querer? 
Así que estos meses pienso ir escogiendo a mis citas. Dado que las últimas han pasado sin pena ni gloria por mi vida, cambiaré de tercio y trataré de dejar el corazón a un lado para pasar a divertirme. 
Hace poco hablaba de que me daba pena que no se mirase por el futuro y que hay que tratar de conseguir imposibles pero es cierto que también hay que aprender a divertirse porque igual mañana nunca llega. 

¿Lo conseguiré? No lo sé, pero lo que está claro es que me lo voy a pasar pipa intentándolo. 

1 comentario:

  1. Me parece bien eso de intentar divertirte mientras llega algo, buena filosofia :)

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