viernes, 8 de marzo de 2013

Charcos en el Camino

Cuando era pequeña me encantaba leer. Mi padre viajaba mucho por temas de trabajo y a su regreso yo acudía dando saltitos y preguntando qué me había traído. Las muñecas no me gustaban demasiado y aunque tenía algunas en mi habitación, se quedaban en una estantería sin ser usadas como un mero adorno. Cuando mi padre me compraba alguna ataviada con el traje regional de la ciudad que había visitado y veía mi cara de desilusión, cambió de estrategia y empezó a traerme libros. Los primeros fueron esos de tapas rojas de El Barco de Vapor con dibujitos en blanco y negro entre sus páginas. Mas tarde cuando me hice algo mayor los libros eran mas gordotes y con escasos dibujos. Recuerdo el día que me regaló La historia interminable. Lo cogí y tras leer la contraportada mi cabecita fantasiosa empezó a vislumbrar a Fújur el dragón blanco que volaba y ayudaba a Atreyu. Empecé a leer la historia la misma noche que cayó en mis manos, y la emoción que me embargaba se notaba en cada poro de mi piel. Aunque también hay que decir que me llevé un disgusto enorme cuando iba por la mitad del libro y me encontré de repente con dos páginas en blanco. Ese fin de semana cuando mi padre regresó le señalé el libro llorando y le dije que no podía seguir porque me faltaba parte de la historia. Finalmente cuando mi padre regresó a esa ciudad volvió a la librería y se lo cambiaron por otro, esa misma semana acabé el libro.
Hoy me he acordado de estos recuerdos porque cuando me he despertado no paraba de llover. Durante toda la noche ha estado cayendo agua como si del diluvio universal se tratase, y me ha costado abrir los ojos puesto que la habitación estaba tan oscura como si fueran las 9 de la noche. Y lo primero que ha venido a mi pensamiento esta mañana mientras permanecía en la cama escuchando la lluvia ha sido la imagen de un libro, un libro que hace muchos años me trajo mi padre y que guardo con mucho cariño en la estantería de mi habitación rosa junto a las barriguitas y los ponys.


He de confesar que ya no duermo en esa habitación, y que le cogí especial manía al color rosa debido a los gustos de mi madre por ponerme todo de ese color, pero tanto los libros como los juguetes de esa época los conservo en muy buen estado.
Los días de lluvia tienen algo especial, y es que hagas lo que hagas sabes que tienes que mojarte. Esta misma mañana tenía que salir a la compra, y de estas cosas que dices "pues tengo que ir a comprar..." y alguien te responde "pues yo también" y decidimos quedar en mitad del camino para tomar un café.
Os preguntaréis con quién he quedado. Pues ha sido con el personaje de alta alcurnia que conocí hace poco. Verle llegar dando saltos esquivando charcos y sacudiendo su paraguas me ha provocado la primera sonrisa de la mañana. Quedar a tomar café con él siempre es interesante. De hecho yo he tomado la decisión de llevar papel y boli para ir anotando todas las ideas que él va soltando por su boca mientras habla.
Hoy le he visto algo mas delgado que la vez anterior, y me ha hecho mucha gracia su atuendo, llevaba un jersey de cuello alto bastante gordito muy navideño, de hecho sólo le faltaban los renos de Santa Claus y que fuera rojo en lugar de azul.
Es un personaje de los que quedan poquitos. Te comenta historias tan interesantes que no tienes mas remedio que coger una servilleta, pedir un bolígrafo e ir anotando cosas, aunque finalmente te olvides la servilleta junto a la taza del café. Quizás otro día haga un post sobre esas ideas perdidas que se quedaron en las servilletas de los bares.
En ocasiones te mira con sus ojos entre azulados y grises y te habla sobre Bob Esponja o incluso de cómo utilizar un extintor para otros usos alternativos a los incendios. Es sencillamente genial.
Antes de decirnos adiós, él ha ido a comprar su periódico, el cual traía un cd de un curso de alemán, y a continuación me he despedido con una ligera reverencia hasta la próxima cita.
Por la tarde he ido a clase de alemán y lo mejor de la clase ha sido cuando me he ido a aprender la verdadera cultura alemana al bar a tomar unas cañitas y unos pinchos.
Yo creía que el día acabaría aquí, sin embargo por casualidades remotas me he enterado que esta noche actuaba en un local en mi ciudad Luis Larrodera, un cómico al que sigo y cuyo humor me encanta. Asi que tras salir del bar he ido a ver el monólogo.
Hacía muchísimo tiempo que no me reía tantísimo, y lo que me ha impactado es que en el descanso le he parado para que me firmase una foto suya y al decirle mi nombre, automáticamente sabía quién era en mi cuenta de twitter, y ha hablado conmigo como si fuera una amiga que hacía tiempo no veía y me ha contado alguna que otra cosa interesante sobre sus proyectos. Y cuando al final del show ha venido y me ha regalado una bolsa de Peta Zetas, que era parte de su monólogo, he sido la personita más feliz del local seguro.


Os contaré un pequeño detalle del tipo "tierra trágame" que me ha sucedido. En el descanso del monólogo he ido al servicio, y justo al salir por la puerta me he topado de frente con Luis, tal ha sido mi impacto que me he girado para intentar ir hacia mi sitio, que no me he dado cuenta que el camino que había elegido para escabullirme era en realidad un espejo. Al golpearme contra mi propia imagen, supongo que me habré puesto mas roja que un tomate, y cuando he visto que había alguien mirando, me he retocado el pelo como si tal cosa, me he girado hacia el lado contrario y he salido airosa de la situación, pero por dentro no podía parar de reírme de mi misma y de mi sentido de la orientación.

Quizás el día empezó con charcos en el camino, y como en la novela, lo único que tenemos que hacer es aprender a sortearlos o si nos meteos dentro, asegurarnos que llevamos unas buenas botas de agua, pero sobre todo hay que intentar acabar estos días de lluvia con grandes carcajadas, porque al fin y al cabo es algo que se contagia.

Mi consejo de hoy: En ocasiones es inevitable meterse en charcos, algunos inesperados, y otros que nos salpican sin darnos cuenta, pero está en nuestras manos el saber salir de ellos de forma airada e incluso aprendiendo lecciones valiosas. Antes de ir a dormir, procurad reír a carcajada limpia durante un buen rato, yo creo que hasta se rejuvenece.

5 comentarios:

  1. Ay, querida Gemma, eres divida. Cada vez que te leo me leo a mí misma haciendo las cosas que dices y hoy me has arrancado una gran sonrisa. Justo cuando me dí el porrazo con el espejo. Me has hecho recordar algo que me pasó hace muchíiiisimos años en un cine. Bajaba tan tranquilamente las escaleras del baño y me disponía para entrar a ver la película. Dentro me esperaba mi novio (ahora incluso marido). Cuando mi pie no acertó a posarse debidamente en el escalón que tocaba y me dí un buen golpe contra el suelo. Claro, me levanté a cien, me arreglé la ropa y me fui hacia mi asiento, al lado de mi novio, con una sonrisa de oreja a oreja como de "aquí no pasó nada". Cuando siento en el hombro untoque de alguien que me dice: "Perdone, esto es suyo" (con el tacón de mi zapato en la mano). Imagínate, casi me muero de la vergüenza. No me había dado cuenta con el apuro que pasé, ni del desnivel de mis piernas. Gracias Gemma por transportarme a tu vida y hacerme recordar mis momentos olvidados. Kiss.

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  2. Jajaja, pero que he escrito? "Eres divina" quise decir y, "cada vez que te leo me veo a mi misma"......como estoy hoy!!!

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  3. Mi querida Sonia, te he entendido... pero me gusta mucho mas ser divida que divina, me parece mas original jajaja
    Tu anécdota cinéfila tacón en mano es súper graciosa, aunque me gustaría saber el después de esa cita, porque digo yo que luego si que notarías el desnivel, sobre todo si acabaste dando un besito a tu novio jijiji ¡Qué recuerdos tan bonitos! A mi también me pasó una cosa parecida en el cine una vez, pero creo que con la tuya ya tenemos suficiente por hoy. Un besote enorme galleguiña de mi corazón.

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  4. "Los días de lluvia tienen algo especial,y es que hagas lo que hagas sabes que tienes que mojarte"...q bonito Toledo mojado.
    Me encanta,tu amigo-personaje.
    Gracias,por tu tan grata y espectante escritura.
    Siempre tuya,Caracola,Bs,d mojitos,empezamos pronto,jajaja.

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  5. Hoy te ha quedado perfecto el tema "espacios" Caracola de mis amores, para mi que tienes que escribir los comentarios con un par de mojitos ya jejeje
    Las calles de Toledo son preciosas, llueva o haga sol. Voy a darle al mojito que me has preparado...

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