sábado, 23 de marzo de 2013

Final de Fallas

Y cuando parecía que no nos podían suceder más cosas... una llamada. Esas llamadas que te rompen en dos  y te hacen pensar que aquello que quieres lo tienes a escasos diez minutos y sin embargo atravesar esa corta distancia sería como cruzar el desierto del Sahara sin agua y descalzo a pleno sol. Y los recuerdos vuelven a ti sin poder evitarlo, las lágrimas aparecen y deseas estar muy lejos. Sin embargo te miras al espejo, te lavas la cara con agua helada y sonríes. Nadie notará que he llorado.

Recogemos todo mirando que nada se nos olvide, y entonces la chocolatina del autobús aparece en la cocina. Mi amigo nos mira diciendo: "No se de quién es la chocolatina, pero no la dejéis por aquí, tiene el mismo nombre que el de la mujer que vivía aquí y no es plan de remover historias pasadas".
Y entonces mi amiga y yo nos miramos y me vuelve a decir aquello de: "nada es casualidad". La vuelvo a meter en mi bolso y voy a por mi maleta.
Mi amiga con una maleta nueva y la vieja en la mano que decide abandonarla al lado de un contenedor. Hay que eliminar las cosas viejas que no nos sirven me dice. E inmediatamente pienso en los recuerdos, en cómo deben quedarse allí junto a esa maleta y no regresar conmigo otra vez.


Bajamos a la calle, la idea es ir a comer pronto al bar de Julio, coger un taxi y que nos lleve a Valencia. Pero por el camino nos encontramos un niño tirando petardos, y le preguntamos dónde los ha comprado. En todas las fallas no habíamos tirado un solo petardo asi pues nos dirigimos a la tienda y un enorme cartel nos recibe explicando todos los tipos de petardos que hay: bombetas, chinos, borrachos, carpinteros, masclets y un sin fin de especies desde 1€. Realmente me da un poco de miedo tirarlos, siempre soy muy cauta en ese tipo de cosas, pero mis amigos a pesar del miedo inicial deciden comprarse unos 500 petardos e irlos tirando por las calles. Y como si de una droga se tratase deciden repartírselos entre sus maletas por si acaso los de Renfe les llaman la atención.
Así tirando petardos nos dirigimos al bar, pero parece ser que no da comidas, solo cenas, con lo cual tenemos que cambiar los planes. Nos vamos a otro bar cerca de la estación del tren, donde un camarero muy simpático nos atiende diciendo que acaban de hacer una paella, por si nos apetece. Pero yo me pido un arroz negro, para despedirme de la tierra y mis amigos un sepionet, que viene siendo una sepia grandecita.


Rápidamente cogemos un taxi, vamos bien de tiempo. De camino a la estación pasas por esa calle, y se te hace un nudo en la garganta y tienes ganas de gritar que pare y bajarte, pero en lugar de eso sonríes y miras para otro lado.
¿Y si nos tomamos algo para despedirnos de las fallas antes de coger el AVE? Y acabamos aquí...


Estamos brindando cuando de repente mi amigo dice: ¿dónde está mi bolso? Y empezamos a buscar por todas partes sin encontrar nada. Los camareros no han visto nada y nosotros sin saber cómo ha podido pasar empezamos a remover cielo y tierra y escasas dos horas de que salga el tren.
Dentro solo llevaba unas gafas de sol graduadas y poco más. Nada importante pero aun asi te fastidia que pasen esas cosas. Decidimos dejarlo por imposible y marcharnos, y cuando íbamos camino de la estación otra llamada.
"Disculpe, tenemos un bolso que tiene unas tarjetas de visita donde aparece su nombre. Se lo ha dejado olvidado, pase a recogerlo cuando quiera".
Unas tarjetas de visita han hecho que nos localicen y al final hasta acabamos riéndonos de la situación. Regresamos al local y allí nos dicen que no saben nada del bolso. Volvemos a llamar al teléfono que nos había llamado y parece ser que era de un local de juegos. Menos mal que estaba en el centro y no debíamos desplazarnos mucho. Llegamos al local tras unas cuantas vueltas y un hombre fornido nos recibe diciéndonos que el bolso lo había encontrado un cliente en el baño. Y entonces nos hace la pregunta más graciosa del día: ¿de qué era el bote? ¿Perdón? Respondemos a la vez. Si, dentro del bolso hay un bote, ¿de qué es?
Y entonces es cuando empezamos a alucinar. Osea, nos roban un bolso, me llaman porque tengo unas tarjetas de visita dentro y me está preguntando de qué es el bote que llevo... Increíble.
Al final nos lo da, dentro del bolso solo hay una fanta de naranja y las tarjetas. Ni rastro de las gafas de sol, que esperamos que quien las haya robado tenga la misma graduación.
Corriendo nos dirigimos al AVE, compramos un par de cosas típicas de recuerdo y nos subimos al tren.
Sorteamos los billetes. Somos tres y uno de nosotros debe ir solo. Le toca a mi amiga. Yo me siento al lado de mi amigo y vamos hablando de todo lo sucedido esas últimas horas. De repente un chico alto y guapo se sienta al lado de mi amiga, y maldigo mi mala suerte. En el trayecto vamos mandándonos mensajes preguntándonos qué será. Lleva una tablet, unos cuantos artículos, el smartphone con su twitter abierto y que no logramos visualizar, subraya palabras todo el tiempo y en un mini cuaderno apunta ideas. ¿Será periodista? le pregunto a mi amiga. Dile que tengo un blog...jajajaja
Entonces nos cansamos y decidimos ir a la cafetería del tren. Los vagones están bastante vacíos, no hay mucho movimiento. ¿Nos tomamos la última copa?


Y con nuestra "copave" en mano y viendo el paisaje lluvioso nos vamos alejando del levante. La capital nos espera. Brindamos por esos días de risas, por las personas nuevas que hemos conocido, por lo bien que nos lo hemos pasado y porque la siguiente no tarde mucho en darse.
Creo que tengo un poco de fiebre, me noto la cabeza demasiado caliente pero no se si es por la bebida o que cogí frío la noche anterior. De todas formas ya pronto estaré en casa.

Tan sólo hora y media después ya estábamos cogiendo el bus camino a casa. Abro el bolso para sacar una botellita de agua y la chocolatina se me cae al suelo. Ahí donde la encontré, ella misma se ha vuelto a situar. La recojo y la pongo en la ventana. Se queda quieta durante todo el trayecto hasta que al final en un movimiento brusco del autobús se cae y no la encuentro. Decido que siga su rumbo.
Llegamos a nuestro destino. Se baja todo el mundo y nosotros nos quedamos los últimos. Según bajamos las escaleras mi amigo ve la chocolatina y me pregunta ¿qué hace esto aquí? Y mi amiga y yo riéndonos la cogemos y la volvemos a dejar en el suelo donde la habíamos encontrado.
Quizás si alguien la recoge ni siquiera se imagina todo lo que esa chocolatina ha recorrido.

Es una pena no habernos quedado a la cremà, pero para los que trabajan el miércoles es imposible ya que empiezan a quemarse a eso de la 1 de la madrugada y verlo todo a veces es imposible. De todos modos se puede seguir por la televisión puesto que siempre lo retransmiten. Yo os voy a dejar con una foto de archivo de una pequeña falla, es de hace unos años, pero os aseguro que el humo y el fuego son prácticamente iguales todos los años.


Cuando las ves quemarse te da mucha pena e incluso te dan ganas de coger algún ninot y guardártelo de recuerdo, pero luego piensas que si no se quemaran no podrían acumular tantas y no tendría sentido esta fiesta.

Sin mas me despido, me habré dejado mil detalles y alguna que otra historia pendiente de contaros, pero espero que os haya gustado. Ya sólo queda volver a la rutina.

7 comentarios:

  1. Pues sí que me ha gustado. Tu "saga" de las fallas. No sé que recuerdos son los que te hacen llorar, pero la vida es lo que tenemos enfrente y hay que vivirla con una sonrisa. Al final he descubierto: que la chocolatina ha salido viajera y que absorbeis más líquidos que las esponjas. Que los vasos que ponen en el AVE para los "gin-tonics" no me gustan nada. Que la gente, cuando devuelve algo, lo hace después de apropiarse de lo que más le gusta. Que le bar Julio sólo da comidas y no cenas. Que tu amiga iba al lado de un chico alto y guapo, pero no sabemos más sobre él. Y si era un asesino en serie? Que el humo y el fuego son practicamente iguales todos los años (esto lo suponía)........pero......¿de qué cojones era el bote que llevaba tu amigo en el bolso? :D Kiss.

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    1. Los recuerdos son solo eso, recuerdos vividos de experiencias pasadas en las fallas. La chocolatina quien sabe dónde estará, pero tiene mucho que contar, y lo de que somos esponjas... bueno, tampoco es para tanto jajaja
      Eso si Sonia, de qué es el bote lo he puesto en el relato, no te has fijado eh??? Échale un vistacito y lo verás.
      Un abrazo y a las próximas fallas ya sabes que en el bar de Julio no puedes comer. Muak

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  2. Que no me llores,que no me lloras,mas,lloramé solo de alegria,y que caigan esas lagrimitas tuyas,por ese bonito,rostro,que impreso lleva en él,lo estupenda y espepecial,personita que eres,esto es de mi para TI,para cuando gustes de oirla. www.youtube.com/watch?v=11xo0P-kVNI ,he difrutado,mucho con tus,"entusiasmantes"post,dedicado,esas Fallas,tan nuestras,tan de todos,tan incandescentes¡¡
    Darte de nuevo las GRACIAS,y decirte solo,que mira que yo,no le temo en ésta vía,ni a un buen toro de Miúra,pero chiquilla,que miéo,le tengo a tirar,petardos..jaja,así és,que me da pavor,vámo,será la poca costumbre,por Fin de Año,na más y cuando los niños eran pequeños,jajaja.
    Mil besos de mojitos domingueros,pa TI,(na más)GUAPA.

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  3. No entiendo ni comprendo lo de los"exagerados",espacios entre palabra y palabra,en mis comentarios,es mas,es que no lo comprenderé en to mi vía.LLamaré a IKER,Que cosas...Disculpen,Uds.las molestias..:(((
    Ahhh,q soy yo...Caracola,mi árma...jajaja,+Besos.

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    1. No te preocupes mas por ese tema porque aunque en el móvil si que salen muchos espacios en el pc no se ven asi que todo correcto, la coplilla mi niña Lola Ole Ole, si al final me veo con un mantón vas a ver tú...
      Me alegro mucho que te haya gustado la saga. Asi que cuando te decidas a ir ya tienes unos cuantos lugares que visitar. Respecto a las lágrimas no te preocupes que sabes que soy todo sonrisas, pero en ocasiones te haces débil y es inevitable, pero para eso estáis todos vosotros que me animáis como nadie. Un gran abrazo bonita.

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  4. Jajajaja, quizás estaba demasiado espesa yo y no me di cuenta de que os preguntaba por el "bote" para saber si en realidad el bolso era vuestro.........jajajajaja, creí que le llamara la atención al chico, algún bote que tuviese tu amigo en el bolso, y preguntase como curiosidad. Para saber para que era el dichoso bote. Lo dicho, que no lo cogí a la primera, jejejejejeje. Me muero!!!

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  5. Qué buena Sonia!!! Claro, ese era el tema, que aunque tenía las tarjetas de visita, como el hombre no sabía si era él o no quería asegurarse preguntando de qué era el bote, y mi amigo ni se acordaba de si era de fanta o de cola, todo un show. Está bien que ya lo hayas pillado jejeje Que graciosa eres galleguiña! Muak

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