viernes, 22 de marzo de 2013

Fallas 2013: Parte III

Y el lunes, con cara de zombies nos dirigimos a ver la mascletá. Nuestro amigo El Toni parecía como nuevo mientras que el resto si nos dejan abandonados en uno de los bancos donde esperábamos al tren, ahí que nos quedamos. Pero era obligación ir a la mascletá este día puesto que la hacía la pirotecnia Caballer, una de las mas famosas de Valencia. Así pues nos armamos de valor y con los ojos tapados por las gafas de sol fuimos a coger el cercanías.
En plena estación  y mientras dábamos un cabezazo mientras llegaba el tren, nos encontramos con tres chavales pintando la fachada de un edificio, dos de ellos subidos a un andamio y sujetos con sus monos de trabajo, un par de pisos mas abajo el chuleta de turno, medio desnudo, solo con un pantalón corto, cuando hacía frio y estaba medio lloviendo, pintando de blanco y cantando la canción del momento a los que allí estábamos e íbamos a ver la mascletá ese día:


Y mientras ellos cantaban yo me dormía apoyada en el hombro de El Toni. Cuando llegamos a Valencia, para espabilarnos un poco nos fuimos a desayunar a Los Toneles, por lo visto bar típico en pleno centro de Valencia y que desconocía por completo. Un desayuno que resucitaba a un muerto:


Dos jarras de cerveza por cabeza, ración de bravas, dos bocatas de calamares, ración de caracoles en salsa y croquetas. Si, un buen tentempié antes de la mascletá. Y es que para quien no lo sepa, hay que ir bien provisionado a este evento ya que si te pilla un día de calor, la gente empieza a agolparse de tal forma que puedes llegar a agobiarte. Lo bueno es estar en plena plaza para escucharlo de frente, pero es muy difícil acceder ya que la gente suele irse muy pronto para coger sitio. Y nosotros bien es cierto que nos retrasamos con nuestro "desayuno" y llegamos un poco tarde, pero como se trata de escuchar, nos conformamos con situarnos en una de las calles cercanas y esperar esos seis minutos de colosal ruido.
Y a las dos en punto de la tarde, las falleras junto a Rita Barberá dicen aquello de:
"Señor pirotecnic, pot començar la mascletá" y de esta forma empiezan a subir los decibelios.


Y un cielo azul como el mar se convierte en una nube de polvo donde apenas se ve nada, no llegas a distinguir las calles y solo queda esperar hasta que el tumulto de gente se vaya dispersando.
Tras la mascletá comer por el centro de Valencia sin tener nada reservado es una tarea casi imposible. Nosotros decidimos alejarnos del bullicio e irnos hasta la playa. Nos costó mas de una hora llegar a El Trompo, un restaurante con vistas al mar y cuyo camarero El Alfredo, era todo un personaje, otro valenciano de pura cepa, que te empieza a hablar tan rápido que apenas consigues pillarle media frase.


Diréis qué cosa más negra...pero es un vicio este arroz. Yo cada vez que voy a Valencia tengo que comerlo, he de confesar que la paella no es mi fuerte porque estoy muy acostumbrada a comer las del centro, paellas que para los verdaderos valencianos consideran un insulto, pero el arroz negro es mi perdición. Una paella preparada para 8 personas y que finalmente fuimos 5 hizo que me comiera dos platos llenos bien a gusto, y no repetí porque ya era demasiado pero a punto estuve de pedirle un tupper.
Tras la paella, cervezas y chupitos nos fuimos a dar una vueltecita por la playa, que pese al frio hacía una tarde agradable.


Después y con todo el cuerpo lleno de comida y bebida no tuvimos mas remedio que volver a casa para descansar un par de horas, cenar y volver a Valencia para el ver la Nit del Foc, que consiste en lo que en Valencia denominan un gran castillo de fuegos artificiales. Nunca entendí el porqué le llamaban castillo, ya que por mi zona son fuegos artificiales simplemente, pero asi es. Fuimos a cenar al que bautizamos como el Bar de Julio, y es que allí tanto el dueño como el hijo que regentaban el lugar se llamaban así, todo iba bien hasta que fuimos a pillar el cercanías y nos dimos cuenta que lo habíamos perdido por 15 minutos.
¿Solución? Llamar a un taxi para que nos acercara hasta Valencia. Y entonces viene a recogernos un taxista argentino, hacemos recuento, ups, somos cinco. Lógicamente no podemos ir todos en el mismo taxi. Nos separamos en dos grupos, chicas y chicos, a ellos los metimos en el taxi con el argentino y nosotras empezamos a hacer autostop de esta forma para reírnos un poco:


Pero parece ser que nadie nos quería parar, asi pues tuvimos que esperar a que llegara el segundo taxi, un morito un tanto extraño que no hacía otra cosa que mirar por el espejo retrovisor mientras nosotras canturreábamos. Y al fin pudimos cumplir uno de esos sueños que todo el mundo tiene cuando nos preguntó dónde ir y dijimos: Siga a ese taxiiiiiiii mientras reíamos.
Llegamos a nuestro destino, otra vez un montón de gente se agolpaba por las avenidas para ver el espectáculo. De camino hasta un punto cercano me inundaron un montón de recuerdos. Los fuegos artificiales es uno de los momentos mas bonitos de las fallas, que pese al frío que se pasa porque en las noches las temperaturas bajan bastante, recuerdas cuando te dabas prisa en cenar y salías corriendo de casa para coger un buen sitio, y mientras esperabas durante un par de horas al menos, tu pareja te abrazaba cuidando que no tuvieras frío. Y te encontrabas rodeada de gente, sin apenas hueco para moverte, pero no había nadie, sólo unos brazos que te abrigaban. Y es inevitable que una pequeña lágrima se quede posada en los ojos. Lo atribuyes al frío y sigues adelante. Entonces llegas a un punto de no retorno, donde no puedes ir ni hacia delante ni hacia atrás. Y sobre la 1:30 de la mañana empiezan los fuegos de colores, y los recuerdos te golpean fuertemente y entonces abrazas a tus amigas asiéndolas de la cintura, esta noche estoy con vosotras. Y te miran a los ojos y te plantan dos besos, cada una en un carrillo, dejándote la marca rosa de su pintalabios. Durante casi media hora de fuegos de todos los colores y oir de fondo a la gente decir: "Ohhhhhh" de repente una voz que nos es muy conocida suelta: "puf qué tostón". Y las risas hacen que nos olvidemos de las tristezas y del frío. Nos imaginábamos a las personas grabando los videos con sus cámaras y al fondo la voz del Toni diciendo aquello... ¡qué grande!


Y con la sonrisa en la boca coges a tus amigas, al Toni y al Rodas, y caminando hasta el centro vas pensando en la fiesta que tendrás a continuación. La caminata es bastante larga, y sin darnos cuenta perdimos al Toni, el cual se paró a ver un grupo callejero que estaban tocando y bailando a lo Mayumaná y allí que se quedó hasta que lo volvimos a buscar.
Cuando llegamos nos dolían tanto los pies a causa de los tacones, y teníamos tanto frío que decidimos meternos en una de las chocolaterías más típicas del centro, Santa Catalina, para tomar buñuelos con chocolate. Cuando logramos sentarnos, un camarero un tanto ausente vino a tomarnos nota. Nos pone 10 buñuelos, unos churros, chocolate y café. Para mi un brugal cola, dice el Toni. ¿Cómo? Pregunta el camarero. A ver, te lo digo más despacio... lo que viene siendo un brugal con coca cola.
Verá señor, es que aquí no tenemos bebidas alcohólicas -responde el camarero alucinando. Y entonces el Toni todo indignado hace un aspaviento con las manos y dice: ¡Pues vaya! Va, ponme un agua con gas.
Y de nuevo todos riendo sin parar. Cuando entramos en calor y ya mas descansados nos pasamos por la plaza a ver el manto de la Virgen, ya completo con todas sus flores:


Nos quedamos admirando los detalles un buen rato y poco después nos fuimos hacia la zona de las discotecas. Sin saber muy bien por dónde estaba la marcha nos metimos en un local que tenía buena pinta, te quitas los abrigos y te pides tu Gin-Tonic para hacer la digestión de los buñuelos, y entonces observas el panorama, cual gacela te vas moviendo lentamente hasta ver un ejemplar interesante y empiezas a bailar. Si dicho ejemplar se mueve al mismo ritmo que tú o se da la vuelta un par de veces mirándote entonces hay posibilidades. La verdad es que yo llevo un tiempo retirada de la búsqueda y captura discotequera, pero es inevitable sonreír cuando empiezas a ver cómo determinadas "especies" se acercan poniéndote todo tipo de excusas, porque da igual la ciudad donde estés, funcionamos igual allá donde vayamos. En todo el tiempo que estuvimos allí tan solo un chico me llamó un poco la atención, pero no tanto como para decirle nada y me dediqué a bailotear junto al grupo. El Toni con no se cuántos brugales cola ya, no paraba de bailar, saltar y coger a todo el mundo mientras cantaba lo contento que estaba.
Y cuando mejor nos lo estábamos pasando, dan las luces y quitan la música sin previo aviso. Nos quedamos tan sorprendidos que lo único que se me ocurrió fue ir a preguntarle al chico que me había gustado dónde había una discoteca que no cerrase pronto. Amablemente me indicó donde estaba diciéndome que ellos también irían allí. Y con la copa a medias nos dirigimos hacia la discoteca. Estaba llena de gente, un montón de gacelas con vestidos rojos apretados y lanzando miradas felinas. Ellos con sus copas en la mano y esperando que pasara una chica por su lado para decir cualquier frase ingeniosa.
De camino al ropero para dejar los abrigos perdimos a una de nuestras chicas, sin darnos cuenta uno de los denominados "cansino de turno" la paró. Ella trató de quitárselo de encima pero al haber tanta gente luego se  despistó y no vio hacia dónde nos habíamos dirigido. Al dejar los abrigos y darnos cuenta que no venía detrás, volvimos sobre nuestros pasos y enfadada nos contó que había dado mil vueltas a la discoteca intentando localizarnos. Por lo visto acusó al chaval de habernos perdido por su culpa y él se ofreció a ayudarla tan solo con la referencia de cuando veas una chica alta con el pelo muy rizado avísame.
Tras el encuentro, otro Gin-Tonic para el cuerpo y a seguir bailando hasta el amanecer. Mi amiga la que se perdió tuvo mucho éxito esa noche, todos los piropos iban hacia ella, mientras que yo me dedicaba a poner alguna cara extraña a todo aquel que intentaba algo. Si, no soy de ligar en discotecas.
Cuando nuestros pies no daban mas y yo estaba a punto de cortármelos de un tajo, decidimos marcharnos, y al salir a la calle ya era totalmente de día.
Las chicas cogimos un taxi y los chicos otro. Esta vez un valenciano que no sabía muy bien por dónde tenía que llevarnos. Al llegar al piso casi a las 8 de la madrugada, nos despedimos y sin apenas quitarnos la ropa caímos en la cama rendidas.
Unas horas después, me desperté de golpe. Tanto Gin-Tonic me había hecho efecto y salí corriendo al baño. Y ahora aviso (abstenerse de leer esta parte los finolis), resulta que un tremendo dolor de tripas te recorre todo el cuerpo, y cuando te das cuenta y observas lo que tu cuerpo ha expulsado la cara se te pone blanca. ¡Me muero! Llegas a pensar. Esto no es normal...
Y te das una ducha pensando en que el alcohol y lo que comiste te hizo daño y entonces vas a la cocina a prepararte una infusión y cuando vuelves a la habitación y ves a tu amiga saliendo del baño os miráis fijamente.
-Gemma -te dice con cara de moribunda- mi caca parecía chapapote...
-¡La mía también! Creía que era por el alcohol.
-¡Calla que yo hasta le he hecho una foto por si acaso tenía que enseñársela al médico!
-Ja ja ja ja venga ya, ¿en serio? A todo esto, ¿qué comimos ayer?
-Ostras, ya está, ¡el arroz negro!

Y así muertas de la risa nos imaginábamos nuestras caras al ver el panorama, y yo me la imaginaba a ella haciendo la foto al elemento en cuestión.
Consejo: si os da por comer arroz negro, no os asustéis del resultado final.

A continuación tocaba recoger las maletas, ir a comer pronto y coger el AVE. Y cuando parecía que no nos podían suceder más cosas ese día...

7 comentarios:

  1. Buaaaaaaaaaaa,jajajajajaja,me parto,no puedo ni comentarte,solo aplaudirte,sin parar hasta que me salga humo (mascletero)de las palmas de las manos,que ARTE,mas grande tienes,GEM,de mis culpas,contigo,hay que morir,po no vas a tener fiebre,hija de mi vida,si,es que no se puede,disfrutar mas,y dormir menos que TU,en ésta vía?pues claro,el cuerpo tiene que reaccionar de alguna manera,y "ta tocáo",pagarlo con.ésta fiebre tuya,que solo, tuya és.
    En la paellera de arroz negro,metía yo "to el hocico"y me ponía verde y oro"(ya sabes,hay una copla pa tó"
    Post;nivel grado superior,no hay palabras,para definir,tal exploxión de alegría y alboroto,en serio,cuanta,diversión,compartidas,incluido vídeos¡¡
    Y eso son unos cuerpos,"mi árma" y no los del ejercito,Isrraelí¡¡
    Eres el colmo de la gracia y el salero,y me veo obligada como madraca-fan-bloguera-tuya,que soy,a enviarte una bolsita de agua calentita,pa tus "piecesillos"y una,suave mantita,pa TU,cuerpo serrano,tóa entera,junto con mi cariño,mimitos y sonrisas,desde to los centros,de mi corazón <3
    Ahh,quilla,eso son unos cuerpos y no, los de La Legión española.
    Hoy de besos de mojitos,na de ná,besos de paracetamol,en vena,pa que te mejores,ya de una vez,de esa fiebraca,bonita-mía.

    PD
    Que bien te sienta,estar,en estado febril,"pa relatar",pequeña,GEM,miil besos y achuchones,eres sencilla-mente GENIAL..

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    1. Mi querida Caracola de mi corazón, me vas a permitir que te corrija una cosita, y es que como te lea un valenciano igual nos mata. El recipiente donde está la paella y donde tú dices querer meter el hocico se llama paella, no paellero. Son así de originales en aquellas tierras. Por todo lo demás me alegra haberte hecho reír a pesar de mi fiebre, que se nota un poco a la hora de escribir pues me cuesta mas recordar los detalles.
      Un abrazo enorme preciosa mia. Muak

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  2. No me he podido reír mas al recordarlo ....vooolveddd

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  3. jejeje verdad que si? Gracias por acompañarnos a todos lados, y sobre todo por ser mi parejita especial, tu mosset se me quedó marcado en la mejilla.

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  4. Debo confesar que ya leí ayer este post. Pero me quedé tan cansada, tan cansada de tus caminatas, que no me quedaban fuerzas para escribir nada. Y encima con tacones!!! Es que no se puede resistir. Me duelen los pies sólo de pensarlo!!! Por otro lado, ya sabes aquello: "según come el mulo, caga el culo". No sé si se refiere al color o a la cantidad pero tiene influencia directa, creo, en los dos factores. Espero que no se te olvide, para que no te vuelvas a llevar otro sofocón ;D Un abrazo muy fuerte querida, y que pases un feliz finde. P.D. Sigo esperando el desenlace. Kiss.

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  5. Cuando llegué a casa creía que no tenía pies, a punto de la amputación total. Pero es que en fallas y con tanta gente solo queda andar. Porque el metro como que no hay y los taxis no los puedes llamar porque con la gente por la calle no pueden acceder. Horrible. Y lo de el refranero del mulo...jajaja de toa la vida vamos!
    Un besazo y espero que te haya cansado la caminata y no mis letras. Muaks

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